En la elección de 2016, Hillary Clinton obtuvo 65 millones 853 mil votos, mientras que Donald Trump recibió 62 millones 984 mil votos. Hillary ganó la votación popular por 2 millones 869 mil votos, pero Trump ganó la elección legal al obtener 304 votos electorales frente a 227 de Hillary.
En la elección del año 2000, Al Gore obtuvo 50 millones 999 mil votos, mientras que George W. Bush recibió 50 millones 456 mil votos. Gore ganó por 543 mil votos.
Pero en votos electorales, Bush aventajó a Gore por 271 contra 266 votos, gracias al controvertido resultado de Florida.
La historia electoral reciente de Estados Unidos muestra que la ventaja en los votos electorales puede surgir de siete estados, los llamados ‘estados bisagra’: Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin.
Por eso resulta tan relevante el seguimiento de las intenciones de voto en esos estados.
Ayer, The Wall Street Journal presentó su encuesta más reciente respecto a esos estados.
El resultado es que Trump aventaja a Biden en seis de ellos, mientras que en Wisconsin hay un empate.
Un análisis más minucioso de la encuesta muestra que la desventaja de Biden deriva de la pérdida que ha tenido en segmentos del electorado que lo favorecieron en 2020.
En ese año, Biden obtuvo el 46 por ciento de los votos de los hombres, mientras que ahora la intención de voto del género masculino por Biden es apenas del 37 por ciento.
En el año 2020, a nivel nacional, Biden obtuvo el 91 por ciento de los votos de los ciudadanos de raza negra, mientras que el estudio reciente indica que ese porcentaje hoy es del 68 por ciento.
Entre los latinos, el resultado de 2020 fue de 63 por ciento favorable a Biden, mientras que ahora llega solo al 45 por ciento.
En el caso de los jóvenes, hace cuatro años, Biden superó a Trump por una diferencia de 25 puntos. Actualmente, si bien sigue manteniendo una ventaja, ésta se ha reducido a 10 puntos.
Esto quiere decir que los pilares de apoyo a Biden se han ido erosionando, lo que permite que las simpatías hacia Trump se fortalezcan.
Como le comenté al principio de este texto, aún faltan muchos meses y demasiadas cosas pueden pasar.
Sin embargo, para México, el escenario base hoy debería ser el del triunfo de Trump.
Como para recordarnos lo que debemos esperar con él, hace un par de días reiteró su afirmación de que los migrantes “no son humanos sino animales”.
Puede uno pensar que se trata de retórica para consumo de sus bases más radicales, pero ese será el tono de la campaña… y quizás de sus políticas.
Respecto a adoptar un nuevo aliento proteccionista que afecte a la relación económica con México, más que a temas arancelarios, apunte a que buscará frenar de una u otra forma la llegada de inversiones chinas a México, que son una de las fuerzas fundamentales del nearshoring.
Todavía hay mucho que decir a este respecto, mucho y muy relevante, regresaremos al tema próximamente.