Porque el narcotraficante más poderoso del país no actuó solo
¿Quién cooperó con Joaquín el Chapo Guzmán en México a lo largo de dos décadas de reino criminal? Estamos a punto de saberlo.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos se valdrá de un elenco estelar de informantes, sicarios, testigos y excapos de la droga colombianos para presentar un torrente de testimonios en contra de Joaquín el Chapo Guzmán durante su juicio, un proceso en el que la fiscalía de Nueva York prometió revelar evidencias, grabaciones y confesiones que darán detalles de la red de complicidades y corrupción que tejió el líder del cártel de Sinaloa con políticos y policías mexicanos de todos los órdenes de gobierno.
Documentos judiciales del Departamento de Justicia estadounidense, presentados este viernes ante la Corte Este de Manhattan, no dejan lugar a duda: en el juicio más espectacular jamás llevado contra capo alguno, Washington hará uso de una estrategia jurídica de alto impacto para poner nombre y apellido a los socios que tuvo el Chapo en distintas esferas del gobierno mexicano.
“Se espera que muchos testigos rindan testimonio sobre el pago de sobornos por parte de Guzmán a políticos y miembros de agencias de seguridad (…) por ejemplo, un ex policía de Ciudad Juárez, México, presentará testimonio de haber recibido pagos de cientos de dólares por mes para liberar de custodia a miembros del cartel de Sinaloa que fueron arrestados, remover retenes para camiones cargados de droga y proveerles de escoltas armadas”, se expone en el Memorando Judicial F. 2009R10065, fechado este viernes y del cual EL FINANCIERO tiene una copia.
Tras dos décadas como el rey del narcotráfico en México, la lista de colaboradores del Chapo podría contener cientos de nombres de funcionarios federales, estatales y municipales. Se trata de un juicio cuyo impacto en la clase política mexicana no puede descartarse y que eclipsaría las revelaciones hechas en su momento por Osiel Cárdenas Guillén y Benjamín Arellano Félix, los únicos dos capos mexicanos de un nivel similar que han sido enjuiciados en Estados Unidos.
Por lo que plantea el documento del Departamento de Justicia estadounidense, si en su ascenso pocos quisieron traicionarle, en su caída Guzmán Loera enfrenta una larga fila de enemigos que quieren hundirle. Se habla de “decenas” de testigos, ya sea colaboradores a los que se ha ofrecido un trato judicial para traicionarle o rivales de distintos calibres que quieren cobrar factura al líder del cártel de Sinaloa.
“El gobierno se basará en el testimonio de un grupo de testigos y colaboradores, incluidos decenas de testigos que han tenido negocios cara a cara con Guzmán para probar el poder que tuvo, su corrupción y la violencia del Cártel de Sinaloa”, se establece en el Memorando, firmado por Robert L. Capers, fiscal de Estados Unidos para el distrito judicial Este de Nueva York y Arthur G. Wyatt, jefe de la división de Narcóticos y Drogas Peligrosas del Departamento de Justicia.
Se añade: “estos testigos darán testimonio de todos los aspectos de la organización de Guzmán desde su nacimiento a finales de la década de los 80 hasta la construcción de un imperio internacional, incluyendo su expansión a Centro y Sudamérica y la apertura de centros de distribución de droga en todo Estados Unidos”.
El número de testimonios que se darán a conocer anticipa un juicio inédito, casi una guía de ruta sobre cómo una organización basada en Sinaloa terminó por convertirse en una organización con alcance en América, Europa, Asia y el Pacífico. Entre otras confesiones, se anuncian las siguientes:
*Capos colombianos que colaboraron con Guzmán Loera para proveerle de cocaína.
* “Transportadores”, operadores encargados de trasladar dinero y cocaína en aeronaves a pistas clandestinas en Colombia, Venezuela, Centroamérica y México.
*Sicarios que colaboraron en distintos homicidios y en las guerras contra los Arellano Felix, el cártel del Golfo, los Zetas, la organización de Vicente Carrillo y el Cartel de los Beltrán Leyva.
Este último testimonio apunta a que se dimensionará el tamaño de las matanzas ordenadas a sangre fría por el capo, al que Washington acusa de asesinar “a miles de personas”. Al respecto, el Departamento de Justicia adelantó que en el proceso “se incluirá mención a una casa especial dedicada a perpetrar 21 homicidios. La casa tenía plástico en las paredes para atrapar la sangre y un desagüe para que ésta drenara más rápido”.
Con antecedentes que le pintan como un monstruo, la fiscalía presentó este viernes una moción judicial para pedir que se niegue fianza a Guzmán Loera, ante el elevado riesgo de que trate de escapar y el peligro que representa para la comunidad.
En caso de ser encontrado culpable por los 17 cargos que enfrenta –desde distribución de droga y asesinato hasta uso de armas de fuego-- , el Departamento de Justicia ya adelantó que no buscaría la pena de muerte de mutuo acuerdo con el gobierno mexicano. Sin embargo, se buscaría otro castigo: “Cadena Perpetua”.