Porque queremos saber si esto fue una decisión con tintes políticos o una coincidencia
Joaquín el Chapo Guzmán fue extraditado este jueves a Estados Unidos, un día antes de que la nación norteamericana cambiara de presidente, por lo cual la duda de muchos es quién se va a colgar la "medalla" del otro lado de la frontera.
La PGR informó que el proceso ocurrió en tiempo y forma y no tiene nada que ver con el fin del mandato de Barack Obama o el inicio de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos.
"Hoy fue resuelto en términos del tratado internacional, teníamos que hacer la entrega inmediata de la persona solicitada por el gobierno de los Estados Unidos, lo cual, de no hacerlo, generaría responsabilidad de incumplimiento a las normas internacionales en específico al tratado celebrado entre México y Estados Unidos", señaló en conferencia de prensa el subprocurador jurídico Alberto Elías.
Sin embargo, analistas y expertos tienen diferentes lecturas y recuerdan que en política nada es casualidad.
UN AGRADECIMIENTO A OBAMA
Para la especialista Ana María Salazar, la extradición del narcotraficante se inclina más como un detalle al presidente que va saliendo de la Casa Blanca.
"En este momento, en el que Obama todavía es presidente, se podría considerar como un regalo de salida a Obama, porque si fuera para Trump (el gobierno) se hubiera podido haber esperado mañana", dijo en entrevista con Nación321.
Una opinión similar tiene Alejandro Hope, analista de seguridad, quien se inclina a pensar que el mensaje que mandó el gobierno mexicano fue evitar que Donald Trump se llevara el crédito, aseguró en entrevista con El Financiero Bloomberg.
El académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Nicolás Loza, dijo en entrevista con este medio que más que una acción de agradecimiento a Obama se trata de una muestra de buena intención del gobierno mexicano para cooperar en materia de seguridad y narcotrafico con Estados Unidos.
"Es un gesto en donde tal vez una de las cosas que se está tratando de decir es que no importa quién sea el presidente, aunque hay un cálculo de entregarlo a Obama y no a Trump", comentó el investigador.
O TAL VEZ UN GESTO PARA TRUMP
Gabriel Regino, abogado penalista y experto en seguridad, comentó a El Financiero Bloomberg que la extradición sirvió para que el gobierno federal mexicano se pudiera colocar en una posición "de muy buena negociación, de muy buen entendimiento" con Estados Unidos y su próximo presidente.
"Absolutamente sí", dijo Regino sobre una probable relación entre la toma de posesión del republicano Donald Trump y la extradición del Chapo Guzmán.
"A unas horas de que Trump asuma, se convierte en un gesto 'benigno' de esa lucha que ambas naciones están enfrentando contra el crimen organizado", consideró el abogado.
Asimismo, el consultor en seguridad pública, Eduardo Guerrero, opinó que el gobierno mexicano pudo haber exhortado al Poder Judicial para que acelerara su decisión de la extradición de Guzmán Loera.
"Es posible que dada la incertidumbre que existe sobre las decisiones que tomará Trump y su polémico fiscal general, Jeff Sessions, tanto las autoridades de EU y los fiscales de varias cortes hayan alertado al gobierno mexicano de que posiblemente las condiciones en la que estaba planeada la extradición pudiera cambiar o incluso diluirse", dijo Guerrero a El Financiero Bloomberg.
Ana María Salazar consideró que Donald Trump en cualquier caso puede salir a decir que el gobierno mexicano tomó esa determinación porque Peña Nieto sabe que va a ser el presidente. "Él de todos modos puede colgarse las medallitas si quiere".
NO FUE UNA CASUALIDAD
El académico Nicolás Loza comentó que la decisión del gobierno federal no es solamente una coincidencia que "ocurre un día antes de la toma de posesión de Trump o un día antes de que termine el mandato de Obama".
Y Ana María Salazar comenta que había urgencia de extraditar al Chapo y que fue una decisión inteligente del gobierno mexicano hacerlo en este momento.
Finalmente, el consultor Eduardo Guerrero comentó que una nueva fuga de Guzmán Loera no sería algo imposible y "tendría un impacto en la reputación del gobierno terrible. Ya querían deshacerse del Chapo y no tener que lidiar con los peligros que le representa".