Samuel García, Samy El Regio para los cuates, desperdició una oportunidad de oro para despejar las dudas del respetable sobre si es un esquirol, o va en serio en eso de que quiere ser presidente de la República y no sólo factor de división del voto antilopezobradorista.
Este miércoles en Ciro por la Mañana, casi al final de la entrevista que sostuvieron Gómez Leyva preguntó al gobernador de Nuevo León si suscribía lo que otro opositor, Alejandro Alito Moreno, ha dicho de Morena: que es una catástrofe para México. Samy cascabeleó peor que Datsun 72 en subida.
El que jura que será el presidente más joven en la historia mexicana no pudo decir lo que el líder nacional del PRI, o algo parecido. A lo más que llegó fue a decir que Morena tiene “muchas áreas de oportunidad”. Seguro por la Sultana se escuchó fuerte y claro: “¡Mmmmta! ¡Pa eso me gustabas, Samy!”.
No. No le cantó un tiro al gobierno o a su virtual candidata, no reprobó al presidente López Obrador, no le dijo a Mario Delgado de lo que se iba a morir políticamente en 2024, no sentenció que este es el primero y último sexenio color guinda de la historia, no dijo que los va a correr de Palacio Nacional…
“Muchas áreas de oportunidad”. Frase utilizada cuando no te atreves a decirle a otro que tiene problemas, que su desempeño es deficiente, mediocre o francamente malo.
Me quedé con la duda y como ejemplo: ¿el albergue incendiado de Ciudad Juárez con el director del INM impune es ejemplo de “área de oportunidad”?
Complicado imaginarse a Salomón Chertorivski, precandidato emecista a la capital, siquiera plantearse el competir en la Ciudad de México a partir de formular las “áreas de oportunidad” que ve en las administraciones Sheinbaum/Martí, sin proponer desterrar ese modelo ya.
Debe ser difícil ser Samy El Regio, no se crean. Te decides a ir contra la Federación, les dices que son una pesadilla en abasto de medicinas, un fracaso en surtido de energía eléctrica, que lo de las madres buscadoras es indignante, grave su militarismo, que la burla a Acapulco es de no creerse…
Qué tal que dices todo eso y México te empieza a voltear a ver y a pensar “ah mira, el huerco sí trae algo, no era puro Instagram prestado en casa”. Qué tal que te preguntan: ¿qué opinas de los borregos guindas en el Congreso, y de 23 gobernadoras y gobernadores que se alquilan de pajes presidenciales, y de que quieren cargarse el Judicial completito?
Porque no se vayan a creer que Samy El Regio no tiene llenas las cartucheras de respuestas. Lo que ocurre es que todas las reserva para usarlas contra Xóchitl Gálvez, o el PRIAN; nombre, si el Piporro, que en paz descanse, le quedará chiquito con tan punzante verborrea.
Pero nunca contra Morena. Ahí, el cuasicandidato de Movimiento Ciudadano se irá como dice la canción: despacito. Buscará manuales de buenas costumbres o de lo políticamente correcto para no decirle al Presidente las cosas como son, para asegurarse de que lo premien cuando acabe el show.
Con tal de que no se le note que su prioridad no es ganar la Presidencia sino regresar en paz, cumplida su divisoria labor del voto no morenista, a Nuevo León a seguir jugando al rey chiquito, a tronarle dedos a legisladores locales, a soltar bravatas que en no pocas veces recuerdan las del Zócalo capitalino.
Sabíamos que la de 2024 no sería una elección normal, y para prueba Samy El Regio, joven candidato cantinfleador.