El hecho de que Ricardo Anaya y José Antonio Meade estén en empate técnico en el segundo lugar, es una mala noticia para el candidato de la coalición Por México al Frente.
Con la alianza PAN-PRD y MC, Ricardo Anaya debería estar disputando el primer lugar a López Obrador, y lo vemos en problemas para superar a Meade.
Hay encuestas que dan en segundo lugar a Anaya y otras en tercero, lo que prefigura un empate técnico con el aspirante de la coalición PRI-Verde y Panal.
¿Cómo es posible que con la situación anímica del país el PAN no esté en primer lugar, o empatado con aspirante de Morena-PT?
El PAN debería estar en punta y no un opositor cuyas propuestas conducen al caos, sin capacidad de confrontar ideas, incapaz de dialogar con auditorios críticos, sin trabajo conocido por más de una década.
Algo grave está pasando en el partido blanquiazul porque, a este ritmo, todo lo que sigue es cuesta abajo. Anaya corre el riesgo de desinflarse como un globo.
Con el desprestigio de la marca PRI, gobernadores en la cárcel o prófugos de la justicia, inseguridad creciente y la popularidad presidencial en una baja histórica, el candidato Meade está en segundo lugar, o en empate con Anaya.
Algo bueno tiene ese candidato para cargar con todos esos negativos y mantenerse en la pelea por el segundo lugar.
Y, si como dicen algunos expertos, la elección se definirá en junio entre el primero y el segundo lugar, Meade estará en posibilidad de ganar la Presidencia.
Algo bueno tiene Meade o algo muy malo tiene Anaya. El caso es que no despega.
Sumados los votantes del PAN y del PRD deberían superar a Morena, pero dedican su campaña a bajar a Meade y no a encarar al puntero.
Está peleando por el segundo lugar y no por el primero.
López Obrador, con experiencia en elecciones, también endereza sus baterías contra Meade porque sabe que a él debe vencer en la carrera final entre mayo y junio.
Si Meade estuviera tan débil como dice AMLO, ¿para qué le inventa falsedades como ese truco de edición que fue “los delincuentes a la calle y los ciudadanos a la cárcel”?
¿Por qué inventó una encuesta a Gabinete de Comunicación Estratégica, que nunca se hizo, para argumentar que Meade está desesperado?
Un día sí y otro también López Obrador ataca a Meade y lo declara fuera de combate.
Si realmente ya no estuviera en la contienda, ¿por qué la preocupación? Lo mismo Anaya. Si Meade es el tercero, ¿por qué no trata de bajar al primero?
Ricardo Anaya trae problemas al interior de su partido por la forma en que se hizo de la candidatura presidencial, y esa es una de las razones por las cuales no levanta.
Falta que en la contienda aparezca, formalmente, Margarita Zavala, para que la campaña de Anaya se debilite aún más. Y la exprimera dama está muy cerca de lograrlo, pues ya ronda las 800 mil firmas validadas por el INE.
¿Va a crecer Anaya?
Es muy difícil porque su partido tenía todo para ganar y arrancó mal. Está muy lejos del primer lugar y sus reflejos de sobrevivencia política lo llevan a golpear a Meade, que según él va tercero.
A Meade no lo conoce cerca del 50% del electorado y puede crecer en la medida que se sepa quién es él.
Por ahora todo es rechazo al PRI y al gobierno. Pero no a Meade porque la mayoría no lo conoce, y las personas cuentan.
Tiene margen para avanzar y mucho va a depender de su capacidad para darse a conocer, no cometer errores y rodearse de gente que le diga algo a la sociedad.
Meade tiene hacia donde crecer. Anaya, que hoy debería estar arriba con esa poderosa alianza, desgastó al PAN como alternativa a AMLO, que sigue siendo el puntero. Por ahora.