Tras la invasión rusa a su territorio, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, pidió la expulsión de Rusia de la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés), como sanción por los ataques militares.
La sanción fue discutida por distintos líderes de la Unión Europea, quienes prometieron tomar medidas en contra del país dirigido por Vladimir Putin; sin embargo, hay falta de consenso entre países de Occidente sobre la aprobación del retiro del sistema.
Representantes de países europeos temen que esta decisión pueda ser contraproducente para las economías. ¿Por qué?
La Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT) es un proveedor global de servicios seguros de mensajería financiera que conecta a más de 11 mil entidades financieras y no financieras en 204 países del mundo, de acuerdo con su página web.
SWIFT ofrece una plataforma de mensajería, normas de comunicación, productos y servicios que facilitan la integración, el análisis y el cumplimiento de la regulación de las entidades.
El objetivo del sistema es facilitar una “comunicación segura y un intercambio de mensajes financieros estandarizados de una forma fiable, con lo que se hacen posibles los flujos financieros globales y locales y se apoya a las operaciones comerciales en todo el mundo”, según información de la plataforma.
SWIFT es importante porque reúne a la comunidad financiera mundial para colaborar en la adaptación de prácticas de mercado, definición de normas y el debate de intereses en común de las entidades.
Datos de la Asociación Nacional Rusa SWIFT establecen que el país dirigido por Vladimir Putin tiene alrededor de 300 organizaciones afiliadas y trabajan en más de 68 ciudades.
Con esas cifras, Rusia es el segundo país con más usuarios en SWIFT, solo por debajo de Estados Unidos. Sus instituciones financieras afiliadas realizan 80 por ciento de las liquidaciones. Además pertenece a la alianza europea de usuarios de SWIFT, que representa 40 por ciento del tráfico interbancario mundial.
A través de este sistema se realizan transacciones y pagos internacionales, así que la exclusión de las entidades de Rusia significarían un bloqueo que tendría impacto en la economía, gracias a la falta de un sistema seguro de transacciones, así como la desafiliación de alianzas bancarias.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, dijo que las sanciones de la Unión Europea necesitaban incluir la expulsión de Rusia del sistema, pero gobernantes de países europeos no están convencidos.
Varios representantes consideran que esta sanción podría afectar a las economías europeas. El primer ministro holandés, Mark Rutte, señaló que “varios países dudan, ya que tiene graves consecuencias para ellos mismos”, así que considera que esta opción servía viable como último recurso.
Con información de AP y Bloomberg.