Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de México, fue espiado por el programa Pegasus, mientras investigaba abusos del Ejército nacional, reveló The New York Times.
De acuerdo con el medio estadounidense, Encinas se enteró sobre los hackeos después de que fueron confirmados por Citizen Lab, un grupo de vigilancia con sede en la Universidad de Toronto. Este grupo realizó un análisis forense de su teléfono que no se ha dado a conocer.
“Su celular ha sido infectado varias veces, incluso el año pasado, mientras lideraba la Comisión de la Verdad del Gobierno sobre la desaparición, lo que le dio a los piratas informáticos acceso ilimitado a toda su vida digital”, detalló NYT.
Este grupo también halló pruebas de que se habían infiltrado con Pegasus los celulares de otros dos funcionarios que trabajan con Encinas y han estado involucrados en indagatorias de violación a los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas.
A principios de marzo, el subsecretario de Derechos Humanos se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador para hablar sobre el espionaje y si debía darlo a conocer, dijeron personas que fueron informadas de la conversación. Sin embargo, decidió guardar silencio sobre la infección.
Encinas ha estado en tensión con las Fuerzas Armadas. Él y su equipo las han acusado de estar involucradas en la desaparición de 43 estudiantes, una de las peores violaciones de derechos humanos en la historia reciente de México.
Este es el primer caso confirmado en que un integrante de alto rango de un Gobierno, y alguien tan cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido vigilado por Pegasus.
“Si alguien tan cercano al presidente como Alejandro Encinas es vigilado, está claro que no hay un control democrático del programa espía”, dijo Eduardo Bohórquez, director del capítulo mexicano de Transparencia Internacional, un grupo anticorrupción.
Los ataques a Encinas, aseguran especialistas, minan la promesa de López Obrador de poner fin a las prácticas de espionaje, las cuales ha calificado de “ilegales”.
Esta información fue confirmada por cuatro personas que hablaron con el funcionario, además de que un análisis forense independiente confirmó el hackeo.
Pegasus puede infectar un celular sin dar señales de la invasión y extraer todo su contenido, es decir, cada correo electrónico, mensaje de texto, fotografía, cita en el calendario. También puede ver lo que se muestra por la cámara del teléfono o escuchar a través de su micrófono, incluso si el celular parece que está apagado.
Pegasus se había empleado en contra de algunos de los periodistas y defensores de la democracia más destacados de México, lo que desató un escándalo internacional que marcó al sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.