Por colaborar con Estados Unidos, con acusaciones contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia, logró que le redujeran la condena de 20 a 10 años, por el delito de conspiración internacional para la distribución de drogas.
La jueza de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, Carol Bagley Amon, rectificó la condena que ella misma impuso, en septiembre de 2019, al exfuncionario nayarita.
Esta modificación ocurrió a partir de que el exfiscal mexicano exigió que las autoridades estadounidenses (DEA, FBI y Seguridad Nacional) le entregaran pruebas de que lo hallaron traficando drogas hacia Estados Unidos. Por ello pidió, videograbaciones y todos los archivos de su caso, incluyendo declaraciones de testigos en su contra.
Desde mayo de 2021, el exfiscal escribió cartas al juez de su causa para hacer peticiones para acceder a procedimientos legales. "Puedo juzgar que no existe ningún descubrimiento y no hay sustancia para ser un tema de controversia el caso”, señaló el exfiscal de en una de las misivas que envió desde la cárcel de Marion, donde estuvo los primeros años.
El 31 de octubre de 2023, accedió a una audiencia donde inició la revisión de su sentencia y la fiscalía de Estados Unidos admitió que buscaría aplicar la Regla 35 y retirar la Moción 2255. Esto, esperando reducir la sentencia de Veytia a quien consideraban "testigo fundamental" en los casos del exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, y potencial para el del extitular de la Sedena, Salvador Cienfuegos.
La Regla 35 da la posibilidad a que la fiscalía estadounidense pida la reducción de la sentencia de los acusados, si funcionan como cooperantes; y la Moción 2255, permite impugnar la validez de la sentencias cuestionar la legalidad de estas mismas, así como la duración de las penas.
Veytia señaló al exsecretario de Seguridad de mantener nexos con el narcotráfico, y a partir de eso, inició el respaldo de las autoridades estadounidenses para lograr la reducción de su sentencia de 20 a 10 años.
Actualmente se encuentra recluido en el penal de mediana seguridad de Pekin, Illinois, aunque solicitó su cambio a una cárcel de Nueva York, para estar cerca de su familia.
Se espera el posicionamiento de la Fiscalía Estatal, que ha advertido al menos cinco solicitudes de extradición, y varias órdenes de aprehensión en su contra por delitos como extorsión, despojos y desapariciones, entre otros, así como 16 carpetas de investigación abiertas en su contra.