El Gobierno de Cuernavaca despidió a funcionarios que actuaron de forma omisa y estuvieron vinculados con el colapso del puente colgante del Paseo Ribereño de la Barranca de Amanalco, que dejó al menos 25 personas lesionadas.
Entre los lesionados por el colapso se encontraban el alcalde José Luis Urióstegui Salgado y su esposa Luz María Zagal, presidenta del Sistema DIF municipal.
Lo anterior tras difundirse un oficio en el que Protección Civil Municipal de Cuernavaca recomendó no usar el puente colgante porque presentaba fallas estructurales y representaba un riesgo para la población.
El secretario de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos, Pablo Aguilar Ochoa, también anunció que, voluntariamente, se separará del cargo de manera temporal para no entorpecer las investigaciones. A Aguilar él se le había girado el oficio de advertencia.
Sin embargo, aseguró que sí atendió las recomendaciones y se hicieron algunas reparaciones, pues incluso su área solicitó el dictamen de revisión del Paseo Ribereño.
También se destituyó a la titular de Protección Civil Municipal, Paola Hernández, por no realizar un dictamen posterior a las reparaciones hechas por la Secretaría de Obras, a cargo de Raymundo Nova, quien también fue despedido. Otra funcionaria separada del cargo fue Denya Brito, jefa del departamento de Barrancas.
Además, se anunció que se investigará qué trabajador retiró “de manera natural” las cintas que colocó Protección Civil en el puente colgante, cuando no estaba apto para usarse.