“No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada”, afirmó Luis Rubiales en un comunicado donde renuncia a su cargo como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), luego del beso no consensuado a la futbolista Jenni Hermoso durante la celebración de la Copa Mundial Femenil el 20 de agosto pasado.
El exfutbolista publicó una carta en su red social X (antes Twitter), donde explica que hoy comunicó al presidente interino de la institución, Pedro Rocha, su renuncia como presidente de la RFEF y también a la vicepresidencia en la Union of European Football Associations (UEFA).
Rubiales había sido suspendido durante 90 días por la FIFA desde el pasado 26 de agosto tras negarse a dimitir, seis días después de la polémica en la final en Sidney, Australia, que eclipsó el gran logró de la selección femenina española frente a Inglaterra.
Además, el 8 de septiembre, la fiscalía española lo acusó de agresión sexual y coacción por besar a Hermoso, futbolista española que también juega en el Pachuca femenil.
Hasta ahora, pese a la presión para que dejara su cargo, Rubiales se había negado a hacerlo:
“Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta”, dijo en su momento.