La reconocida diseñadora de modas Nancy González fue sentenciada el lunes a 18 meses de prisión luego de declararse culpable en un tribunal federal de Miami por cargos de contrabando de bolsos de cocodrilo desde su natal Colombia.
Nancy González fue arrestada en 2022 en Cali, Colombia, y luego extraditada a los Estados Unidos por dirigir una extensa conspiración de varios años que involucraba reclutar mensajeros para transportar sus bolsos en vuelos comerciales a salas de exposición de alto nivel y eventos de moda en Nueva York, todo en violación de las leyes estadounidenses de vida silvestre.
"Todo está impulsado por el dinero", dijo el fiscal federal adjunto Thomas Watts-Fitzgerald, quien comparó el comportamiento de González con el de los narcotraficantes. "Si quieres disuadir la conducta, quieres al capo de la cocaína, no a la persona en el campo".
Los abogados dijeron que la diseñadora de 71 años ya pagó un alto precio por sus crímenes. La empresa colombiana que construyó, que alguna vez empleó a 300 empleados, en su mayoría mujeres, se declaró en quiebra y dejó de operar después de su arresto.
También argumentaron que sólo el 1% de la mercancía que importó a EU carecía de la autorización adecuada y eran muestras para la Semana de la Moda de Nueva York, y otros eventos.
González, dirigiéndose al tribunal antes de dictar sentencia, dijo que lamentaba profundamente no haber cumplido meticulosamente las leyes estadounidenses y que su único deseo es abrazar una vez más a su madre de, 103 años.
“Desde el fondo de mi corazón, pido disculpas a los Estados Unidos de América. Nunca tuve la intención de ofender a un país al que le debo una inmensa gratitud”, afirmó conteniendo las lágrimas. "Bajo presión, tomé malas decisiones".
Los fiscales respondieron que González había adquirido una gran riqueza y un estilo de vida opulento, lo que contrastaba con los mensajeros que reclutaba para contrabandear sus mercancías a los Estados Unidos. Los mensajeros recibieron instrucciones de decir que los artículos eran regalos para sus familiares si los agentes de aduanas les hacían alguna pregunta.
"Su misión se convirtió en producir delincuentes", dijo Watts-Fitzgerald. "Ella intentó reescribir la ley por sí misma, hacerlo a su manera".