La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) destapó un escándalo a pocas semanas de que termine el juicio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad, ya que, se acuerdo con las acusaciones, tenía una red de lavado de dinero donde se vincula a la familia Weinberg.
Las indagatorias de la UIF indican que dicha red, que presuntamente operaba durante el sexenio de Felipe Calderón, robó al erario 745.9 millones de dólares, que fueron transferidos al extranjero a través de paraísos fiscales, con el objetivo de ocultar el rastreo del dinero, el cual fue destinado para adquirir bienes inmuebles, automóviles de lujo y otros activos en Estados Unidos.
Además de García Luna y su esposa, Linda Cristina Pereyra, la investigación señala a Mauricio Samuel Weinberg López, Jonathan Alexis Weinberg Pinto y Sylvia Donna Pinto de Weinberg.
De acuerdo con las indagatorias, la familia Weinberg supuestamente estuvo detrás de las operaciones inmobiliarias de García Luna en Estados Unidos.
Mauricio Samuel (padre) y Jonathan Alexis (hijo), de raíces procedentes de Israel, tenían distintas empresas en México, de donde destaca ICIT Security, una empresa de seguridad privada que, de acuerdo con un reportaje de Univisión, presentado por la periodista Peniley Ramírez, utilizó información privilegiada de la Secretaría de Serguridad Pública, entonces liderada por García Luna, para distribuir reportes y ganar clientes.
Alexis Weinberg, quien de acuerdo con el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI), tiene un par de empresas de recargas telefónicas, dijo a Univisión que su padre y García Luna se conocen desde los años ochenta, cuando trabajaban juntos en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
De acuerdo con la información recabada por la periodista Peniley Ramírez, la familia Weinberg vendió un programa de ciberseguridad llamado NiceTrack a la Secretaría de Seguridad a través de la Policía Federal. Esta sirve para rastrear información, interceptar llamadas y rastrear la ubicación de usuarios.
Las irregularidades con la familia Weinberg comenzaron en 2015, en Estados Unidos, esto luego de que García Luna fuera multado por pasarse un alto. La información de dicha multa registraba que el exfuncionario mexicano vivía en una mansión en Golden Beach, Florida.
El periodista Julio de la Roa, del portal En la Politika, señaló que García Luna vivió en dos propiedades de Florida entre 2013 y 2016 que pertenecían a la familia Weinberg, y que de algún modo acercan al ocultamiento de dinero que acusa la UIF de México.
Con información de Univisión y En La Politika