Daniel Picazo, colaborador en la Cámara de Diputados, acudió al municipio de Huauchinango, en Puebla para vacacionar y pasar un rato con sus amigos. Sin embargo, se encontró con una multitud enojada por un rumor sobre personas que se dedicaban al robo de niños y lo acusaron de ser uno de los posibles responsables. Finalmente, los violentos pobladores lincharon al joven de 31 años, quien murió tras ser golpeado y quemado vivo.
Así como esta existen más historias de linchamientos en Mexico.
¿QUÉ ES UN LINCHAMIENTO?
Según la definición de la CNDH, los linchamientos son delitos que constituyen una de las expresiones más graves de la crisis que en materia de inseguridad, violencia e impunidad enfrenta nuestro país. Por la desconfianza en las autoridades y la impunidad, así como por la incapacidad de las distintas instancias de gobierno para garantizar seguridad, las personas cometen actos violentos en contra de aquello que consideran o suponen, cometen delitos o atentan en su contra o de la comunidad a la que pertenecen.
De acuerdo con el informe Galería del horror: Atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios, realizado por la organización Causa en Común, hasta el pasado 10 de junio se han reportado 11 actos de linchamiento a lo largo de toda la República Mexicana, así como el intento de otros 115, tan sólo en lo que va del año.
La organización detalló que Puebla y Tlaxcala son las entidades con el mayor número de linchamientos, con al menos dos casos cada una, según lo registrado por medios de comunicación. Los otros estados donde se han identificado este tipo de ejecuciones son: Tabasco, Chiapas, Durango, Oaxaca, Estado de México, Veracruz e Hidalgo.
El estudio revela que el mes de abril fue en el que más linchamientos se contabilizaron, con un total de cuatro casos, seguido de marzo y febrero, con dos cada uno, mientras que en enero y en mayo sólo se cometió uno.
Además, ha registrado un aumento en los casos durante lo últimos años. En 2020, se registraron 39 linchamientos y 150 intentos de linchamiento, mientras que en el 2021 fueron 42 y 279.
Según, la Comisión de Derechos Humanos (CNDH), estos actos han presentado una tendencia constante de crecimiento en México desde 2015. En 2016 el incremento respecto a 2015 fue del 37 por ciento; mientras que el 2018 presentó un claro repunte, con un aumento de 190 por ciento respecto a 2017, al pasar de 60 a 174 casos.
En cuanto a las personas víctimas de linchamiento, fallecidos y lesionados, el incremento en ese año fue de 146%, al pasar de 110 en 2017 a 271 en 2018. En los primeros cinco meses del 2019 se registraron 67 casos de linchamiento, con 107 víctimas.
En 2018 se contabilizaron 174 casos, con 271 víctimas.
De acuerdo con un informe de la CNDH se documentaron 336 casos de linchamientos en México, entre 2015 y 2018, pero según las cifras, dicha práctica va en aumento y su principal causa es el robo.
El Informe Especial sobre Linchamientos en el Territorio Nacional detalla que 121 personas murieron y 440 víctimas fueron liberadas o rescatadas durante los eventos. No obstante, todavía persisten linchamientos en municipios pese a protocolo policíaco.
Del total de las víctimas de linchamiento, 523 fueron hombres y 38 mujeres. Según las estadísticas, 43 linchamientos se registraron en 2015, 59 en 2016, 60 en 2017 y 174 en 2018.
En 2016, el incremento con respecto a 2015 fue de 37 por ciento y en 2018 aumentó 190 por ciento con relación al año anterior.
En cuanto a las personas víctimas de linchamiento, fallecidos y lesionados, el incremento fue de 146 por ciento, al pasar de 110 en 2017 a 271 en 2018. Los casos documentados en 2018 ocurrieron en 23 estados de la República, de los que 58 culminaron en muerte y 213 quedaron en tentativa de linchamiento. Entre las víctimas de linchamiento 256 fueron hombres y 15 mujeres.
De los 174 casos registrados en 2018, 132 ocurrieron en cinco estados del país:
Entre las víctimas de linchamiento 232 fueron hombres y 14 mujeres. Los municipios que han presentado el mayor número de casos de linchamiento son:
Puebla: Puebla, Tehuacán, San Martín Texmelucan, Tlacotepec de Benito Juárez.
Estado de México: Ecatepec, Naucalpan, Chalco, Nezahualcóyotl. En Tabasco: Cárdenas, Villahermosa, Cunduacán, Nacajuca. En Ciudad de México: alcaldías de Milpa Alta, Iztapalapa, Tlalpan, Cuajimalpa, Xochimilco y Álvaro Obregón.
Hidalgo: Ixmiquilpan, Mixquiahuala, Tasquillo, Tezontepec de Aldama.
Según la CNDH los delitos contra el patrimonio, como el robo en cualquiera de sus modalidades es la principal causa que desencadenan los linchamientos. De los 336 casos registrados entre 2015 y 2018, 292 casos se relacionaron con delitos como el robo, seguido del secuestro y el abuso sexual. Toda esta información se desprende del Informe Especial sobre Linchamientos en el Territorio Nacional, que la Comisión Nacional de Derechos Humanos remitió a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
CASOS QUE HAN CONMOCIONADO A MÉXICO
Canoa
Uno de los acontecimiento más representativos y emblemáticos que cobró notoriedad mediática, fue el sucedido en San Miguel Canoa en el estado de Puebla el 14 de septiembre de 1968, cuando seis empleados de la Universidad Autónoma de Puebla fueron linchados por una muchedumbre incitada por el sacerdote del poblado.
De acuerdo con fuentes consultadas por al CNDH, a los jóvenes se les acusó de comunistas que pretendían ofender a la Santa Iglesia izando una bandera rojinegra. En realidad, lo que ellos querían era escalar el volcán de la Malinche.
Como se les hizo tarde decidieron pernoctar en San Miguel Canoa. Posteriormente, una multitud enfurecida los detuvo mientras gritaban: ¡comunismo no, cristianismo sí! Luego atacaron a machetazos a los trabajadores matando a tres de ellos.
Al buscar ejercer justicia por su propia mano durante un linchamiento las víctimas pasarían a ser agresores, pues estarían cometiendo el delito de lesiones en grado dolosas e inclusive podrían llegar a incurrir en el de delito homicidio en grado de tentativa.
Tláhuac
En 2004, San Juan Ixtayopan, en la alcaldía Tláhuac, tres policías federales fueron linchados y quemados vivos por una multitud enardecida que los acusaban de ser secuestradores de menores.
Tres elementos de la entonces Policía Federal Preventiva (PFP) realizaban una investigación encubierta contra el narcomenudeo afuera de escuelas del pueblo.
Cerca de las 18:00 horas, los agentes fueron considerados sospechosos por supuestamente tomar fotos y video a alumnos, según los habitantes, por lo que no tardó en difundirse el rumor de que eran secuestradores de niños.
Varios habitantes bajaron de un auto Focus a los tres agentes y los amarraron en la calle Educación Tecnológica de la Colonia Torres Bodet, donde se congregaron más de 200 personas.
La gente comenzó a golpear a los detenidos y juntaron ramas y papel, con los cuales formaron una fogata.
Interrogado por la prensa mientras permanecía en el suelo con el rostro desfigurado por los golpes, uno de los agentes logró informar que él y sus compañeros eran elementos de la PFP.
Gabriel Regino, entonces subsecretario de Seguridad, buscó liberar a los federales dialogando con los pobladores. Hasta el titular de la SSP del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, sobrevoló en helicóptero el lugar durante los linchamientos.
Acatlán de Osorio
El 29 de agosto de 2018 quemaron vivos a dos hombres en Acatlán de Osorio, Puebla, porque los habitantes los acusaron de "robachicos".
Vecinos de dicho municipio lincharon y quemaron vivos a dos hombres. Los acusaron de robarse a dos niños en la comunidad de San Vicente Boquerón y también quemaron una camioneta en donde supuestamente se trasladaban.
Los sujetos identificados como Alberto Flores Morales, de 53 años, y Ricardo Flores Rodríguez, de 22, habían sido rescatados por elementos municipales y eran llevados a la Comandancia Municipal, pero los vecinos los sacaron, los golpearon y luego les prendieron fuego.
Versiones extraoficiales señalaron que los dos sujetos fueron detenidos únicamente por faltas administrativas ya que se encontraron bebiendo en la vía pública, y que Adrián N. comenzó a azuzar a los pobladores. En poco tiempo, de 30 curiosos que había en la plaza pública se multiplicaron en más de 150.
Las autoridades municipales no activaron el protocolo ni dieron aviso a tiempo a las autoridades estatales, según informaron fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública.
Ajalpan
La noche del lunes 19 de octubre de 2015, Rey David y José Abraham Copado Molina, encuestadores de la empresa Marketing Research & Services, murieron luego de ser linchados por una turba en el municipio de Ajalpan, en Puebla.
José Manuel González, secretario de Seguridad Pública del municipio de Ajalpán, explicó que los fallecidos “estaban realizando unas encuestas” cuando la policía local recibió llamadas de habitantes de la localidad que se quejaban de que unos extraños “hacían muchas preguntas”. Los pobladores acusaron a las víctimas de robar niños.
Hasta el último momento los jóvenes aseguraron que trabajaban como encuestadores y no eran secuestradores.
SANCIONES
El artículo 17 de la Constitución Mexicana estipula que "ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho.
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales".
Sin embargo, no hay alguna ley o artículo que castigue a las multitudes que incurran en algún ilicito de este tipo.
A pesar de que en México es legal detener al responsable de un delito en flagrancia, el Código Nacional de Procedimientos Penales en su artículo 147 indica que se debe entregar inmediatamente al detenido a la autoridad más próxima para que a su vez sea canalizada con la mayor prontitud al Ministerio Público, quien deberá integrar la carpeta de investigación para determinar su legal detención y al mismo verificar que no se haya vulnerado los derechos a los que tiene el señalado.
Es decir que el acusado no haya sido torturado, golpeado o señalado de manera injusta, pues en el caso de que hubiese sido golpeado, independiente del proceso al que se encuentra por las acusaciones de robo, el agresor podría pasar a ser victima en otro hecho delictivo investigado de manera independiente al primero señalado.