¡Vaya lío!
Esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó claro que la última palabra la tiene él, esto entorno a la decisión de la asistencia de la presentación de México en la toma de la toma de protesta del presidente de Nicaragua.
Debido a que afirmó que no sabía que México no iría a este evento y de inmediato afirmó que sí se estaría presente y que sería Ramiro Ayala quién representaría al país en la toma de protesta de Daniel Ortega, pues señaló que sería imprudente no asistir por las buenas relaciones que se mantiene con todos.
“Todavía no se decide. ¿Cuándo es la toma de posesión? ¿Hoy? No sabía. Vamos a ver si da tiempo de que llegue, porque nosotros tenemos buenas relaciones con todos, y no queremos ser imprudentes”, afirmó el mandatario durante su conferencia mañanera desde Palacio Nacional.
Esta declaración contradice la decisión de Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) quien había anunciado que el país no tendría representación en el evento, debido a que México, en específico Marcelo Ebrard encabezaría la 33 Reunión de Embajadores y Cónsules de México.
Desde ese momento, la dependencia buscó a alguien que pudiera asistir al evento, se pensó en el subsecretario para América Latina y El Caribe, Maximiliano Reyes, quien se descartó porque asistiría a la reunión de cónsules.
Luego se dio a conocer que sería Martín Borrego Llorente, Director General para América Latina quien iría a la toma de posesión de Ortega, pero finalmente se dijo que nadie asistiría.
El mismo Daniel Millán, jefe de la Oficina del Secretario de Relaciones Exteriores afirmó que no se tenía previsto enviar a nadie a la toma de protesta de Nicaragua en respuesta al diputado Gabriel Quadri.
LA POLÉMICA.
Desde la semana pasada, la respuesta de México a la asistencia de la toma de protesta del presidente electo de Nicaragua, Daniel Ortega, causó polémicas entre los políticos de oposición, debido a que esta sería la cuarta vez que se colocaría como mandatario de la nación.
El proceso fue mediante elecciones presidenciales que se llevaron a cabo el pasado 7 de noviembre en Nicaragua, luego de que al menos 39 líderes opositores fueran detenidos, incluyendo siete precandidatos a la presidencia.
Daniel Ortega ha ocupado el cargo entre 1985 y 1990, y luego entre 2007 y 2012, entre 2012 y 2017, y finalmente desde 2017 hasta la actualidad -tras una reforma constitucional que eliminó los límites a la reelección para mandatos sucesivos en Nicaragua-, la figura de Ortega ha quedado asociada a la de Nicaragua desde tiempos de la Revolución Sandinista.
Ante ello, los políticos panistas y de oposición dijeron que México no debería asistir a este evento, debido a que se trataba de un dictador y que ratifica el abismo en el que cayó la política exterior en el país.
También la ex diputada Mariana Gómez del Campo señaló que con esta decisión el presidente AMLO solapa a un dictados y no al pueblo de México.