Porque el caso de Digna Ochoa sigue impune y las audiencias ante la CIDH abren la posibilidad de acceder a la justicia en el caso
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CORIDH), dependiente dela Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), analiza la posibilidad de reabrir el caso de Digna Ochoa y Plácido, abogada y defensora de Derechos Humanos.
Este lunes 26 y martes 27 de abril se realizará la audiencia pública para decidir alrededor de la investigación de la muerte de la abogada, misma que fue clasificada como suicidio pese a las amenazas de muerte que recibió antes de que su cuerpo fuera hallado en su despacho, en 2001.
Te contamos más sobre quién fue y por qué es importante el caso de Digna Ochoa.
(Cuartoscuro)
QUIÉN FUE
Digna Ochoa nació el 15 de mayo de 1964 en Misantla, Veracruz. Se graduó como licenciada en Derecho por la Universidad Veracruzana y enfocó su carrera en la protección de los Derechos Humanos y en asesorar a personas de escasos recursos.
Algunos de los casos más emblemáticos en donde litigó a favor de las víctimas de la violencia de Estado fue en 1995, en el caso Agua Blancas, un crimen en el que asesinaron a 17 campesinos en Guerrero, y en 1998 fue parte del equipo de defensa en contra del Estado por la masacre de El Charco, en la que 11 jóvenes, supuestos guerrilleros, fueron ejecutados por soldados.
Este lunes 26, en la audiencia en la CORIDH, Esmeralda Arosemena, representante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, señalo que Ochoa fue una destacada defensora en México que participó en investigaciones del alto perfil.
EL CASO
El 19 de octubre del 2001, el cuerpo de Digna Ochoa y Plácido fue encontrado con heridas de bala en su despacho, en la colonia Roma, en la Ciudad de México.
Previo a su muerte, la defensora había recibido amenazas de muerte e incluso un secuestro.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en agosto de 1999 la abogada fue secuestrada durante horas y en septiembre de dicho año comenzaron las amenazas en su contra al recibir mensajes por correo en el Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” (PRODH), lugar en el que laboraba.
En noviembre de 1999 se presentó una queja ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el Estado mexicano por la falta de investigación de los ataques sufridos y se sometió ante la Corte IDH una solicitud de medidas provisionales en favor de Digna Ochoa.
Sin embargo, en agosto de 2001, la Corte dio por concluidas las medidas provisionales otorgadas a la abogada y demás integrantes del Centro PRODH. Dos meses después, Ochoa y Plácido fue encontrada sin vida en su despacho y el caso se clasificó como suicidio.
La familia de Digna Ochoa rechazó la determinación de la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) a cargo de Bernardo Bátiz, hoy consejero de la Judicatura Federal.
En la audiencia de este lunes participó Jesús Ochoa, hermano de la abogada, quien aseveró que las autoridades mexicanas no realizaron investigaciones profundas sobre las amenazas contra la activista.
"Queremos que se reabra el caso, que se castiguen a los responsables intelectuales y materiales, y que se castigue a quienes inventaron la hipótesis de un suicidio"
«Jesús Ochoa.»
La investigación sobre el caso de Digna Ochoa duró más de una década y la CIDH emitió el informe de 61/19, en donde se determinó la existencia de una serie de irregularidades graves en la investigación en función de la imparcialidad del órgano investigador y se informó sobre omisiones en el registro de los fenómenos cadavéricos y contradicciones en las pruebas de balística.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos realizará este martes la segunda audiencia en las que se le podría ordenar al Estado mexicano que reabra la investigación de la muerte de la abogada.