Ha levantado polvareda el discurso del general secretario Luis Cresencio Sandoval en el aniversario de la Revolución mexicana. Se le vio como un espaldarazo al gobierno de la República. Pero para dimensionarlo, es menester revisar mensajes de secretarios de la Defensa Nacional de los últimos sexenios.
En todos hubo, a pesar de nuestra corta –o veleidosa– memoria, un tono eminentemente político. Recupero de la hemeroteca de Reforma algunos de esos textos, incluida parte de la redacción original de la nota periodística para situar el momento que se vivía.
Sexenio de Ernesto Zedillo: “Al advertir que las Fuerzas Armadas son las fuerzas de la ley, el secretario de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, condenó a quienes sólo despliegan las deficiencias y ofrecen rutas de fractura o desarticulación. Al hablar en la ceremonia conmemorativa de la Marcha de la Lealtad, Cervantes Aguirre hizo un llamado a la lealtad y unidad de los mexicanos para que la nación no se vulnere. ‘La unidad que requiere México para avanzar hacia el progreso y la justicia deben tomar distancia de quienes sólo despliegan las deficiencias y ofrecen rutas de fractura o desarticulación’, expresó. (…) En su discurso, el secretario de la Defensa se refirió a la contribución del Ejército para acatar la ley, ser leales al Presidente y a las instituciones. Elementos del Ejército han participado, junto con la Policía Judicial y estatal, en los desalojos que se están llevando a cabo en los pozos petroleros de Tabasco” (10/02/1996).
Finales del sexenio de Vicente Fox: “No debemos permitir que nos dividan, no debemos permitir que nos separen. Hoy más que nunca debemos mantenernos unidos por la tranquilidad de la patria y su futuro”, dijo el general Gerardo Clemente Vega el 4 de septiembre de 2006. (En ese discurso, y delante del jefe de Gobierno capitalino, Alejandro Encinas, el Ejército defendió en público la idea de que el desfile militar del 16 de septiembre se llevara por su ruta convencional: esas calles estaban ocupadas por la protesta poselectoral de AMLO y sus seguidores).
Sexenio de Felipe Calderón: “El secretario de Defensa Nacional, el general Guillermo Galván Galván, reiteró ayer la legitimidad del presidente Felipe Calderón, a quien ofreció la lealtad de las Fuerzas Armadas.
‘Cumplimos sin cortapisas sus órdenes que provienen de su legitimidad constitucional y no cuestionamos ni titubeamos para servir a las instituciones en cualquier misión o tarea que se nos asigna. La legalidad del comandante supremo reside esencialmente en el fallo de las instituciones y éstas han sido contundentes. La legitimidad del Presidente permanece cimentada en la aprobación popular a su esfuerzo para conducir al país con unidad y prosperidad’, dijo en su discurso el general, único orador en el acto” (10/02/ 2007).
Sexenio de Enrique Peña Nieto: “(La conmemoración de la Revolución, dijo el general Salvador Cienfuegos) convoca a la unidad, al esfuerzo colectivo, a la visión compartida que permitirá liberar el verdadero potencial del país, proyecto puesto en ejecución con las reformas estructurales del Estado” (03/11/2014).
Defensa de las reformas estructurales o de la legitimidad de Calderón, críticas a “rutas de fractura” y llamados a la unidad, los textos de los mensajes de los generales secretarios respaldaban “el proyecto” del gobierno en turno. ¿Por qué ahora tendría que ser diferente?
Quizá la alerta se deba a que el contexto es distinto: el comandante supremo ha dicho que las Fuerzas Armadas son su principal respaldo, y éstas amasan presupuesto y tareas como nunca antes.
Las palabras del actual secretario, tan similares a las de sus antecesores, tienen sin embargo una resonancia muy distinta.