En columnas pasadas he mostrado la relevancia que pueden jugar los gobiernos locales para dar una respuesta integral, cercana y eficiente ante la pandemia y sus efectos adversos en la economía. Este ejercicio me sirvió para reflexionar, junto con muchas otras personas, que más allá de la contingencia del Covid-19, si pensamos en todos los problemas que vivimos cotidianamente, los espacios municipales son fundamentales para poder reconstruir la vida de las personas.
Imaginemos esos parques que marcaron nuestra infancia, donde comenzamos a relacionarnos con nuestros vecinos, donde hicimos deporte o respiramos aire fresco; esa luminaria prendida y esa otra que, apagada, incrementaba nuestro miedo para salir a la calle; el agua que llegaba a nuestras casas y los días que sufrimos por cortes en nuestra colonia. Ese tipo de servicios que podrían parecer tan pequeños, son fundamentales para construir en nuestro día a día garantías para la vida digna y en comunidad que deseamos.
Los gobiernos municipales pueden también dar respuesta a grandes e importantes problemáticas como la inseguridad, la desigualdad y la crisis ambiental.
Desde los municipios depende la voluntad de trabajar en equipo y establecer real coordinación con otros niveles de gobierno, la apuesta por la construcción de paz y prevención de la violencia a través de acciones educativas y de desarrollo social –como sucedió en Medellín, Colombia–, o la capacitación y profesionalización de las policías. Todas estas son políticas que dependen de las gestiones municipales y que pueden diseñarse para combatir la inseguridad.
También, las autoridades municipales pueden incidir en su comunidad desde su presupuesto público, pues éste puede ser ejercido como una herramienta de justicia social para garantizar los derechos de las personas. El impulso de MiPyMes, cooperativas y programas sociales bien diseñados y dirigidos o los servicios públicos de calidad pueden ser, desde los municipios, verdaderos mecanismos para corregir desigualdades y asegurar condiciones dignas de vida para todas las personas.
Incluso problemáticas tan complejas como la crisis climática pueden también encontrar alternativas de mitigación desde los municipios a partir de decisiones que tienen que ver con la gestión del agua, la protección de áreas verdes urbanas y bosques o regulaciones sobre la contaminación atmosférica.
Precisamente por ello, la mirada desde el gobierno en un año de atención a la crisis no debe abandonar el énfasis en los municipios. Las autoridades locales por muchos años han sido consideradas como el espacio de preparación para otros cargos políticos o trabajos en el servicio público, lo que ha generado la ausencia de buenas y buenos administradores públicos que crean y sepan que de las decisiones que toman todos los días dependen la vida y posibilidades de desarrollo de millones de personas.
A veces solamente la falta de un sello puede provocar que truene un negocio. A veces la falta de un buen proceso de licitación para asignar la construcción de caminos genera que el auto que transporta a una familia tenga que visitar el taller y se pierda parte del patrimonio familiar. En muchas ocasiones no nos damos cuenta que el aire que respiramos también tiene todo que ver con el manejo de residuos y la protección a los bosques circundantes.
Al ver estas realidades y potencial, he decidido levantar la mano para participar a través de Futuro en el próximo proceso electoral en Zapopan, el municipio donde crecí, donde aprendí a hacer política y donde conocí las grandes problemáticas de nuestro país. Por ahora solamente soy precandidato y mi trabajo se enfocará durante los próximos 40 días en convencer a la militancia sobre mi perfil y experiencia. Espero poder contarles en este espacio y otros más acerca del camino.
Sin embargo, más allá del proceso de precampaña, es la intención de estas líneas llamar a las personas de todo el país a reconocer la relevancia de los gobiernos municipales y cómo estos espacios podrían cambiar la vida de millones de personas, a evaluar, exigir y señalar cuando sea necesario.