¿Ha estado usted recientemente en aeropuertos importantes del país?
El Benito Juárez de la Ciudad de México (¿hay otro?) está saturado porque no se le invirtió en mucho tiempo.
Pero, las grandes cantidades de personas abarrotan también el de Cancún, Los Cabos, Puerto Vallarta, Tijuana, Guadalajara, y otros más.
Se trata de la expresión de un fuerte crecimiento del número de turistas internacionales que vienen a México.
Cuando hablamos del crecimiento del sector exportador pensamos usualmente en la exportación de manufacturas o a veces de productos agroalimentarios, pero pocas veces consideramos la de servicios, como el turismo.
Y, vaya que está creciendo.
Los datos que ayer reveló el INEGI indican que, a tasa anual, el número de turistas de internación por vía aérea, es decir, los que pernoctan al menos un día en territorio mexicano y llegan en avión, creció en el mes de agosto a una tasa anual de 33 por ciento.
Pero, quizás lo más significativo es que ya se encuentra 14 por ciento por arriba del nivel previo a la pandemia para un agosto.
Sin embargo, el número de cuartos de hotel ocupados fue de 235 mil en el periodo frente a los 252 mil que se ocuparon en el mismo mes de 2018.
Una explicación es el uso de esquemas de hospedaje basados en plataformas que han creado otro segmento importante de ocupación.
En el AICM, el que más pasajeros mueve a nivel nacional, el volumen de agosto, que alcanzó 4.316 millones, fue superior en 29 por ciento al del mismo mes del año pasado, y está apenas 2.6 por ciento por abajo del nivel de agosto de 2019.
En el segundo aeropuerto mexicano en importancia por el número de pasajeros movilizados, el de Cancún, el crecimiento en el mes de agosto fue de 32 por ciento respecto al mismo mes de 2021.
En el caso de Cancún, la suma de pasajeros en el periodo enero-agosto, ya es 22 por ciento superior a la del mismo lapso de 2019 y este año ya se perfila como el mejor de su historia en cuanto al número de pasajeros movilizados.
Pero, ese será también el caso para los aeropuertos de Tijuana y Puerto Vallarta, y quizás lo sea también para el de Guadalajara.
El Indicador Trimestral de la Actividad Turística que publica el INEGI creció a una tasa anual de 11.9 por ciento en el primer trimestre del año, pero todavía está en un nivel 4.3 por ciento por abajo del que tenía en el mismo lapso de 2019, lo que refleja su potencial de crecimiento que aún tiene.
Como en otros ámbitos, el crecimiento del turismo se ha dado a pesar de su falta de promoción por parte de la autoridad.
La realidad es que, en el caso del turismo internacional, las políticas laxas que se siguieron en la etapa de la pandemia, atrajeron a muchos turistas que optaron por México ante las restricciones en otros destinos.
Pero, tras ese descubrimiento, empezó a darse un turismo recurrente que está generando empleos e inversiones en diversos puntos.
Nos falta, como desde hace años, la capacidad para diversificar la actividad.
Los grandes ganadores de la atracción son los centros más conocidos de turismo vacacional como Cancún/Riviera Maya, Los Cabos, Puerto Vallarta/Nuevo Vallarta. O bien las grandes ciudades con el turismo de negocios.
Sin embargo, así como no se puede negar el éxito manufacturero del país, aunque las plantas se concentren en la frontera norte, el Bajío y algunos otros puntos, tampoco se puede desestimar el éxito turístico del país, aunque sea en unas cuantas ciudades.
Si hoy existe ese resultado aun sin una política activa de promoción, imagine lo que tendríamos si el gobierno federal le hubiera apostado a la actividad turística en serio.
Lástima, nos estamos dando cuenta de que, pese al buen resultado, perdimos una oportunidad que quizás no se vaya a repetir en muchas décadas.