Ayer, un grupo de poco más de 60 comunicadores se reunió, en dos grupos, con el presidente Peña y con algunos de los integrantes de su gabinete. Le comparto algunas de las reflexiones derivadas de este ejercicio.
1- La posibilidad de un diálogo directo en el que se pueden hacer preguntas y cuestionamientos directos a quien encabeza el gobierno, es de gran utilidad, tanto para el presidente Peña como para quienes allí estuvimos. Hubiera sido mejor que esta práctica hubiese comenzado desde hace años, pero es mejor tenerla ahora que no tenerla.
2- La liberalización de los precios de las gasolinas no tiene reversa, como ayer le comentamos aquí. Pero lo que ya se ha hecho es introducir una mecánica para impedir que las fluctuaciones de los precios de los combustibles y de la cotización del peso frente al dólar, repercutan directamente sobre los precios de la gasolina. En realidad, creo que desde que comenzó el proceso se pudo haber pensado en una fórmula análoga para suavizar los incrementos o en su caso, las caídas.
3- No habrá consideraciones político-electorales en las decisiones que se tomen en materia de finanzas públicas. El presidente Peña sabe que la liberalización del mercado de combustibles tuvo y tendrá costos políticos para él mismo y para su partido. Sin embargo, dejó claro que él no es el dirigente del PRI sino el presidente de la República y que las consideraciones electorales no influirán en las decisiones de política económica.
4- No debe confundirse la fórmula para suavizar las fluctuaciones en una intervención del Estado para fijar los precios. Si la tendencia de éstos es alcista, habrá ajustes constantes hacia arriba que no se evitarán. Si hay variaciones en los dos sentidos, entonces lo único que habrá de recortarse son los “picos” de los precios.
5- Una de las fuentes de la incertidumbre cambiaria es el futuro de la relación con Estados Unidos, y en esa materia Peña señaló que no han variado un ápice los lineamientos que ofreció hace algunas semanas: la negociación será integral y no se llegará a un acuerdo… hasta que haya acuerdo en todos los temas que se pondrán sobre la mesa pues México tiene argumentos y capacidad de hacer valer sus intereses. Por ejemplo, en el caso de la gasolina señaló que, aunque somos dependientes de las importaciones de EU, las empresas de ese país también lo son de las compras que hace México.
6- México está en la disposición de construir una relación productiva con el gobierno de Estados Unidos y está dispuesto a escuchar los puntos de vista que se le ofrezcan. Por eso la visita del jueves, de los secretarios de Estado y de Seguridad Interior. Pero sabe que en el corto plazo no se va a alcanzar ningún acuerdo.
7- La permanencia de Carstens por algunos meses más de los previstos frente al Banco de México se acordó en virtud de la situación de incertidumbre que prevalece en los mercados financieros y de la certidumbre que da el actual gobernador en un entorno tan incierto.
Creo que la sociedad mexicana puede conocer ahora, a través de los medios, un poco mejor los fundamentos de las decisiones que ha tomado y que eventualmente puede tomar el gobierno.