Hoy comienzan las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. ¿Qué esperar de ese proceso?
1.- No va a ser una renegociación sencilla.
Como en las peleas de box, en la primera ronda que hoy se inicia, veremos seguramente un lapso en el que no habrá golpes. Los contrincantes van a estudiarse y van a sonreír para la fotografía. Pero, en cuanto empiecen a entrar en temas de sustancia, veremos que empiezan a aflorar las diferencias entre las visiones de los tres países, especialmente por parte de Estados Unidos.
El secretario de Economía lo ha dicho reiteradamente: se tratará de una ‘montaña rusa’ en la que habrá días buenos, días malos y también peores. Pensar que se trata de un proceso terso, que no va tener ni accidentes ni incidentes, es algo lejano a la naturaleza de este proceso.
2.- Siempre estará presente el ‘factor Trump’.
La razón por la cual se emprendió este proceso –no hay que olvidarlo- es porque el presidente Trump ofreció en su campaña cambiar lo que calificaba como el ‘peor acuerdo de la historia’ para Estados Unidos o salirse de él. La renegociación no fue ni por petición de México ni de Canadá.
En los últimos días de abril, Trump estuvo a punto de sacar a EU del Tratado. Tiene la autoridad para hacerlo y lamentablemente tendría, en más de un momento, la tentación de usar esta negociación o la salida del Tratado, como factor de compensación frente a diversos fracasos de su gestión.
3.- La probabilidad mayor es que haya una negociación exitosa.
Más allá de las contingencias derivadas de la dinámica natural de una negociación comercial y de las peculiaridades que implica la presidencia de Trump, están las condiciones alineadas para que el proceso sea exitoso. Hay una coalición de intereses en Estados Unidos que va a presionar por la continuidad y modernización de Tratado. Fue esta fuerza la que evitó que el presidente de EU decidiera salirse del Tratado en abril, y día con día, adquiere más fuerza.
4.- México sorprenderá por la solidez y articulación de su equipo.
Ninguna negociación en la historia, ni la original del Tratado, ni posteriores, ha tenido tal nivel de preparación, organización y coordinación. La sincronía de los esfuerzos del sector privado y de los negociadores del gobierno, así como la experiencia de los integrantes de ambos equipos y sus asesores, garantizan que México salte hoy al terreno de juego, con una alineación que puede dar buenos resultados… y sin rotaciones.
5.- El escenario más probable es un proceso que se alarga hasta el 2018 o 2019.
La película que hoy empieza quizás termine hasta bien entrado el próximo año. Suponiendo el mejor de los escenarios, con una negociación que concluye en lo sustancial en enero o febrero, el texto del Tratado podría estarse poniendo a consideración de los poderes legislativos de México y Canadá hacia mediados del próximo año. O en el caso de México, tras la integración del nuevo Congreso en septiembre. En Estados Unidos, una posibilidad es que se pudiera aprobar tras las elecciones de noviembre si hubiera un acuerdo bipartidista.
6.- El escenario de una ruptura del TLCAN es el menos probable pero no es imposible.
No hay que descartar, entre los escenarios posibles, el que Trump acabe terminando el Tratado, y México y Canadá se queden con su acuerdo, dejando la relación entre México y Estados Unidos sujeta a las reglas de la OMC.