Como bien se sabe, de todas las redes sociales Facebook es la que se utiliza más. Y como bien se intuye, los usuarios de Facebook suelen expresar opiniones y actitudes diferentes.
Lo que ya se sabe se confirma: en América Latina, el uso de esa red social alcanza a poco más de la mitad de la población. De acuerdo con los datos del estudio Latinobarómetro 2016, el 52 por ciento de los latinoamericanos es usuario de Facebook.
Por país, los usuarios sobrepasan el 60 por ciento en Costa Rica, Ecuador, Venezuela, Chile y Uruguay, y solamente registran una proporción menor al 40 por ciento en Nicaragua y Guatemala.
Otro aspecto que se sabe bien de Facebook es que su uso se concentra más entre los jóvenes. El estudio Latinobarómetro 2016 indica que, en promedio, el 75 por ciento de los latinoamericanos entre 16 y 36 años de edad, los llamados millenials, utilizan Facebook, comparado con el 32 por ciento de los mayores de 36 años.
La brecha generacional en el uso de la red social, o “Millenial-Facebook gap”, es muy marcada: 43 puntos porcentuales de diferencia entre ambos grupos. Por supuesto, si se consideran solamente los mayores de 50 años, la brecha se abre aún más. La brecha Millenial-Facebook es más notable en Paraguay, Bolivia y Perú, donde se registran diferencias entre millenials y no millenials de entre 48 y 50 puntos.
En México, el uso de Facebook alcanza al 54 por ciento de la población mayor de 16 años, según el citado estudio internacional. Esto equivale aproximadamente a unos 45 millones de personas, más o menos margen de error. Así, sacando cuentas, también equivale a alrededor de 29 millones de millenials mexicanos, quienes, según la encuesta Latinobarómetro 2016, el 79 por ciento utiliza Facebook.
Ahora, lo que se intuye pero que se ha medido poco: ¿Qué diferencias de opinión y actitud hay entre los usuarios de Facebook y los no usuarios? ¿Realmente son dos mundos aparte? Apelando a las preguntas más conocidas del Latinobarómetro, los datos de 2016 a nivel regional muestran que los usuarios de Facebook apoyan más a la democracia que los que no usan ninguna red social, pero los primeros son más críticos de la democracia que los segundos, respondiendo que están menos satisfechos con su funcionamiento y apreciando un menor nivel de democracia en su país.
Los usuarios de Facebook también expresan un menor nivel de confianza política, siendo más propensos a creer que su país es gobernado para beneficio de unos grupos poderosos y no para el bien de todo el pueblo.
Los usuarios de Facebook en América Latina se ubican con mayor facilidad en una escala ideológica de izquierda y derecha que los no usuarios. Y de los que se ubican en ese espectro, los facebuqueros son más de izquierda que los no usuarios.
Otra diferencia de opinión entre usuarios y no usuarios es que quienes utilizan Facebook perciben más injusticias sociales en su país, pero también son más dados a pensar que siempre o casi siempre “se puede decir lo que uno quiera”. En otras palabras, perciben más desigualdad pero también más libertad de expresión.
Los usuarios de Facebook también son más sensibles a los temas de corrupción, y son más críticos de sus gobiernos por la manera en que tratan esa problemática.
Con base en estos resultados, no hace falta decir que es imperativo seguir la evolución de opiniones y actitudes de este grupo social para entender la nueva cultura política latinoamericana y mexicana, el grupo usuario de la red de redes.