Esta semana EL FINANCIERO publicó encuestas sobre intención de voto en los 15 estados con elecciones para gobernador, así como los niveles de aprobación de gobierno por entidad. Expongo aquí algunas ideas con base en esos estudios.
1. La popularidad de los gobiernos federal y estatal parecen tener efectos diferenciados en las preferencias partidarias. La aprobación al presidente López Obrador es un factor de mucho peso en el apoyo a Morena en los 15 estados, pero la aprobación al gobernador juega a favor de los opositores a Morena en 11 de 14 entidades, siendo excepciones los estados priistas de Colima y Sinaloa, y el estado panista de Chihuahua. En esas entidades, la popularidad del gobernador no pesa tanto. En Sinaloa, la popularidad del gobernador no parece traducirse en apoyo electoral al PRI. En Chihuahua, la baja aprobación al gobernador no le genera tanto rechazo a la candidata blanquiazul. En Baja California, gobernado por Morena, la imagen del gobernador tampoco pesa tanto; ahí juega la imagen del Presidente a favor de su partido.
2. En general, Morena tiene más apoyo entre segmentos de mayor edad y de menor escolaridad. Sus oponentes, principalmente el PAN, atraen electores más jóvenes y más escolarizados. Si bien las bases de apoyo a Morena con menor escolaridad son poblacionalmente más numerosas, los electores con mayores niveles de estudios suelen participar más en las elecciones, por lo cual puede haber un efecto compensatorio. Sin embargo, Movimiento Ciudadano también atrae electores jóvenes y escolarizados, lo cual le pega más al apoyo del PAN y Va por México que a Morena.
3. El caso de Nuevo León es, hasta cierto punto, una excepción a lo anterior, ya que la caída en preferencias de la candidata morenista se ha traducido en un aumento en las preferencias por el candidato de Movimiento Ciudadano. Pareciera que en ese estado persiste el fenómeno que llevó al Bronco a la gubernatura en 2015: un segmento importante del electorado es antisistémico y no está dispuesto a voltear hacia PAN o PRI. Si bien en 2015 ese voto antisistémico, en contra de los partidos tradicionales, encontró expresión en la candidatura independiente, ahora está dividido entre Morena y Samuel García de MC. Esa división de votos ha dejado por default al candidato del PRI como puntero, quien alcanzó el primer sitio sin realmente crecer en las preferencias. Como en 2015, Nuevo León parece que será un blanco móvil para la estimación de las encuestas.
4. Todos los estados tienen candidatas mujeres para la elección de gobernador, siendo en total 42 de poco más de 100 candidaturas consideradas en las encuestas. Candidatas competitivas, con apoyo considerable, se observan en 10 de las 15 entidades; y candidatas en posibilidad real de ganar se ven en siete estados.
5. Creo que es seguro que por lo menos tres gobernadoras sean electas el 6 de junio, toda vez que en Baja California, Colima y Tlaxcala, las dos candidatas punteras son mujeres: Marina Ávila, de Morena, y Lupita Jones, de Va por México en BC; Indira Vizcaíno, de Morena, y Mely Romero de Va por México, disputan el liderato en Colima; y Lorena Cuéllar de la agrupación de partidos liderados por Morena y Anabell Ávalos, de Va por México en Tlaxcala, van adelante. De esos tres estados saldrá seguramente gobernadora.
6. A esos tres casos habría que agregar los alta y medianamente probables. La abanderada de Morena en Campeche, Layda Sansores, lleva una ventaja de 13 puntos sobre el segundo lugar y se perfila como la opción probablemente ganadora. En San Luis Potosí, Mónica Rangel pelea palmo a palmo el liderato, mientras que en Chihuahua, Maru Campos también. De ganar sus elecciones sumarían seis gobernadoras. El caso de Nuevo León podríamos haberlo incluido en esta categoría de probable antes de la caída de Clara Luz Flores en las encuestas. Dependiendo qué encuestas vea uno, en algunas cayó pero sigue en la pelea; en otras aparece descartada. Habrá que ver.
7. Si bien en Nuevo León hay notables discrepancias de encuestas, en San Luis Potosí se están midiendo mundos diferentes. Es un escenario líquido, con el candidato del Partido Verde como puntero en unas y como distante tercer lugar en otras. A Nuevo León, Sonora, Chihuahua, Sinaloa y San Luis Potosí, todos en el norte del país, podríamos considerarlos como los estados battleground de esta elección, para tomar prestado el nombre de las elecciones en Estados Unidos. Ahí se perfila una muy cerrada competencia. Habrá que ponerles la lupa a esos cinco campos de batalla.