WASHINGTON, DC.- Kamala Harris inició su primer viaje al exterior como vicepresidenta de Estados Unidos, a Guatemala y México, con un doble reto: responder a las presiones del Congreso y ONG para poner las bases de una estrategia creíble para atajar la migración ilegal, inseguridad y corrupción, y mostrar que tiene la estatura política para lidiar con problemas complejos como potencial sucesora de Biden.
Harris sentó las bases de una visita fructífera como mensajera del envío de un millón de dosis de vacunas anti-COVID a México y 500 mil a Guatemala y el anuncio de asistencia humanitaria por 310 millones e inversiones de una docena de empresas estadounidenses en el Triángulo del Norte.
“El objetivo del viaje de la vicepresidenta es profundizar nuestra alianza estratégica y relación bilateral con los gobiernos de Guatemala y México para avanzar en una estrategia integral para abordar las causas de la migración”, sostuvo su portavoz, Symone Sanders.
“También involucraremos a líderes comunitarios, trabajadores, jóvenes innovadores y emprendedores y otros sobre formas de brindar seguridad económica, abordar los factores centrales de la migración y dar a las personas la esperanza de una vida mejor en el hogar”.
Un grupo de 19 senadores del Partido Demócrata hizo, sin embargo, exigencias más concretas para medir el éxito de su periplo diplomático. “Como elemento esencial de la estrategia de la administración Biden para América Central, la alentamos a priorizar iniciativas que refuercen la gobernanza democrática, el combate a la corrupción y las violaciones de los derechos humanos”, pidieron los senadores encabezados por el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez.
No obstante, su círculo cercano ha deslizado que la misión de la vicepresidenta no es arreglar el problema fronterizo, sino emprender gestiones diplomáticas que permitan avances para lidiar con las causas que originan la migración ilegal.
Además, un puñado de ONG pidió que la urgencia de la administración Biden por atajar la migración, no opaque otras prioridades de la agenda regional, como la inseguridad y la lucha anticorrupción.
"Nos preocupa que, en nombre de establecer acuerdos de control migratorio para limitar el número de llegadas a la frontera, el gobierno de Biden omita abordar algunos de los temas urgentes de derechos humanos, Estado de derecho y gobernanza, que deberían ser conversados con los gobiernos de México y Guatemala", sostuvieron las ONG, encabezadas por la Washington Office for Latin America.
La vicepresidenta llegó anoche a Guatemala, donde este lunes tendrá eventos todo el día, incluido un encuentro con el presidente Alejandro Giammattei.
Este lunes por la noche, se prevé que la vicepresidenta llegue a México y que el martes se reúna con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
También participará en una conversación con emprendedoras femeninas, celebrará una mesa redonda con trabajadores y saludará al personal de la embajada de Estados Unidos en México.