La vacuna rusa Sputnik V brindó una fuerte protección contra el COVID-19 en un análisis intermedio de un ensayo clínico avanzado, mientras que sus partidarios dijeron que parece funcionar contra nuevas cepas del virus.
La inyección fue bien tolerada y también funcionó en los ancianos, según los hallazgos revisados por pares, que se publicaron este martes en la revista médica The Lancet.
Sputnik V mostró una eficacia del 91.6 por ciento, validando las afirmaciones de los desarrolladores el año pasado.
Los hallazgos refuerzan la credibilidad en las dosis después de que enfrentara acusaciones de haber sido lanzada al mercado antes de que se dispusiera de datos científicos críticos. Sputnik V está aprobada para su uso en 16 países, desde Argentina hasta Irán.
"El desarrollo de la vacuna Sputnik V ha sido criticada por una prisa indecorosa", afirmó Ian Jones, profesor de virología en la Universidad de Reading, Inglaterra, en un comentario adjunto en The Lancet.
"Pero el resultado que se informa aquí es claro y el principio científico de la vacunación está demostrado, lo que significa que ahora otra vacuna puede unirse a la lucha para reducir la incidencia de COVID-19".
Aunque los resultados no son definitivos, la vacuna se suma a algunas otras, incluidas las desarrolladas por Moderna, AstraZeneca y Pfizer y BioNTech, para demostrar que funciona en un ensayo clínico avanzado.
Se diferencia de los demás en que sus dos dosis responden a diferentes vectores virales, lo que le ofrece una ventaja frente a nuevas cepas, afirmó Kirill Dmitriev, director del codesarrollador del Russian Direct Investment Fund.
"No tenemos ninguna duda de que la vacuna será aprobada por la Organización Mundial de la Salud", destacó Dmitriev en una entrevista. “Tiene una alta eficacia y es uno de los más accesibles por su precio y la facilidad de su logística y almacenamiento”.
Los desarrolladores se reunieron por última vez con la organización de salud pública con sede en Ginebra el 22 de enero para discutir su solicitud, y no se ha dado un plazo para su aprobación. La vacuna aún no se ha enviado para su revisión a los reguladores occidentales.
Las pruebas iniciales realizadas por el socio de RDIF, el Instituto de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya, muestran que la vacuna sigue siendo eficaz contra nuevas cepas de COVID-19, según Dmitriev.
Las variantes descubiertas en Sudáfrica y el Reino Unido parecen ser más transmisibles que el virus original y han generado temores de que puedan afectar la eficacia de las vacunas existentes o requerir una dosis de refuerzo .
Dmitriev indicó que las pruebas de una combinación de las vacunas AstraZeneca y Sputnik V están programadas para comenzar la próxima semana, con las primeras pruebas en Azerbaiyán y los Emiratos Árabes Unidos.
La mezcla puede resultar más eficaz contra nuevas cepas, comentó. RDIF prevé ofrecer su inoculación como segunda dosis a los productores que tengan vacunas con eficacia por debajo del 90 por ciento.