El presidente Donald Trump firmó este jueves una orden ejecutiva la cual crea una comisión de asesoría que se encargará de mejorar el acceso de los hispanos a oportunidades económicas y educativas, una acción que surge en momentos en los que el mandatario espera ganar una mayor parte del voto latino de la que consiguió hace cuatro años.
La comisión tiene amplias órdenes para fomentar iniciativas de elección de escuelas y promover las sociedades públicas-privadas en comunidades hispanas.
“Ustedes son un tesoro”, comentó Trump a una animada multitud de funcionarios y exfuncionarios electos, líderes empresariales y otros hispanos que estuvieron presentes en la Rosaleda de la Casa Blanca para la firma. “Los hispanoamericanos y la comunidad hispanoamericana son un tesoro”.
Trump hace un acto de equilibrismo en su intento de cortejar a los votantes latinos previo a las elecciones de noviembre al tiempo que trata de complacer a sus simpatizantes destacando las labores de su Gobierno para reducir la inmigración ilegal en la frontera sur.
En los últimos días, Trump ha mostrado el progreso que su gobierno ha hecho en la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México, y prometió redoblar esfuerzos para poner fin a las protecciones legales de cientos de miles de inmigrantes que llegaron al país siendo niños. El mes pasado, la Corte Suprema falló que el gobierno finalizó indebidamente el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) en 2017.
Pero al mismo tiempo, funcionarios de la Casa Blanca y personal de la campaña electoral de Trump están exponiendo a los votantes hispanos el argumento de que el presidente construyó una economía sólida antes del colapso económico provocado por la pandemia de coronavirus, en la que la tasa de desempleo para los hispanos alcanzó mínimos históricos.
En 2016, Trump obtuvo el voto de alrededor de tres de cada 10 votantes latinos, y enfrenta fuertes vientos económicos en contra para tratar de mejorar su posición.
En total, 66 por ciento de los hispanos y 53 por ciento de los afroestadounidenses dijeron que han experimentado alguna forma de pérdida de ingresos, como haber sido despedidos, licencia sin sueldo y recortes de horas laborales o salario, de acuerdo con una encuesta reciente elaborada por AP-NORC Center for Public Affairs Research. En comparación, 42 por ciento de los estadounidenses blancos dijeron lo mismo. Y 34 por ciento de hispanos, 29 por ciento de afroestadounidenses y 20 por ciento de blancos señalaron que alguien en su hogar ha sido despedido.
Apenas un 26 por ciento de latinoamericanos dijo que aprueban a Trump, según una encuesta reciente de Gallup. El respaldo de los latinos a Trump ha sido constante en el transcurso de su presidencia, al igual que el índice de aprobación general del presidente.
Durante su discurso en el Rosaleda de la Casa Blanca, Trump enfatizó su respaldo a las escuelas chárter, y señaló que uno de cada tres estudiantes que asisten a ese tipo de instituciones en Estados Unidos son hispanos. Las escuelas chárter, que están financiadas con fondos públicos pero son administradas de manera privada, han crecido en popularidad en todo el país desde su creación hace más de 25 años. Sus defensores dicen que su relativa independencia —enfrentan menos regulaciones de enseñanza y burocrática y están en gran parte libres de negociaciones colectivas— permite a los educadores innovar.
Pero los sindicatos de profesores en todo el país han presionado para que los legisladores locales y federales frenen la proliferación de estas escuelas, las cuales argumentan que están desviando fondos de las escuelas públicas tradicionales.
“Mientras sea presidente, nunca dejaré que les quiten sus escuelas chárter”, manifestó Trump.