Ugur Sahin, director ejecutivo de BioNTech, consideró este miércoles que los datos de las personas que han recibido la vacuna contra el COVID-19 que realiza en conjunto con Pfizer muestran que la respuesta inmunitaria se debilita con el tiempo y que probablemente se requerirá una tercera inyección.
Los estudios muestran que la eficacia de la vacuna BioNTech-Pfizer disminuye del 95 por ciento a aproximadamente el 91 por ciento después de seis meses, señaló.
“En consecuencia, necesitamos una tercera inyección para que la protección de la vacuna vuelva a estar casi al 100%”, indicó Sahin.
Los receptores de la vacuna actualmente reciben una segunda dosis tres semanas después de su primera inyección, aunque algunos países tienen intervalos más largos. Sahin sugirió que la tercera se debe administrar de nueve a 12 meses después de la primera inyección.
“Y luego espero que probablemente sea necesario recibir otro refuerzo cada año o quizás cada 18 meses”, añadió.
Se ha expresado la preocupación de que las vacunas existentes podrían ser menos efectivas contra las nuevas variantes del virus que ahora están surgiendo en diferentes partes del mundo.
Sahin dijo que BioNTech ha probado su vacuna contra más de 30 variantes, incluida la ahora dominante que se detectó por primera vez en Reino Unido, y descubrió que la vacuna desencadena una buena respuesta inmune contra casi todas ellas en el laboratorio. En los casos en que la respuesta inmune fue más débil, siguió siendo suficiente, apuntó, sin proporcionar cifras exactas.
Cuando se le preguntó acerca de la nueva variante detectada por primera vez en India, Sahin declaró que aún se estaba investigando la efectividad de la vacuna contra ella.
“Pero la variante india tiene mutaciones que hemos investigado previamente y contra las cuales nuestra vacuna también funciona, así que confío en eso también”, manifestó.
El trabajo de la compañía con sede en Mainz para desarrollar una vacuna basada en ARN mensajero, o ARNm, se benefició de su investigación anterior sobre productos farmacéuticos para tratar el cáncer, ya que los tumores a menudo intentan adaptarse para evadir el sistema inmunológico, dijo Sahin.
“La forma en que funciona nuestra vacuna es que tiene dos puntos de ataque”, explicó. Además de estimular la producción de anticuerpos, hace que las llamadas células T del cuerpo ataquen el virus, puntualizó.
“La vacuna está construida de manera bastante inteligente y el baluarte resistirá. Estoy convencido de eso“, aseguró Sahin. “Si es necesario reforzar el baluarte de nuevo, lo haremos. No estoy preocupado.”