Porque en un presunto acto de corrupción de una empresa brasileña pudiera estar involucrados mexicanos
Fiscales generales de 15 países, incluido el de México, se reunirán este jueves y viernes en Brasilia para coordinar las investigaciones de la red de sobornos de la organización brasileña de la construcción Odebrecht, que desató un escándalo político en Latinoamérica.
La inusual cumbre será liderada por el jefe de los fiscales de Brasil, Rodrigo Janot, quien convocó a sus pares tras recibir numerosos pedidos de información de un caso con ramificaciones en tres continentes.
"Es una forma de responder a tantas requisitorias de datos, en un caso que está bajo secreto de sumario", dijo a la AFP una fuente que trabaja en el encuentro y pidió no ser identificada.
En un comunicado difundido este miércoles, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que su titular Raúl Cervantes Andrade, acompañado de un grupo de servidores públicos, viajaron a la capital de Brasil para sostener reuniones técnicas de intercambio de información, relacionadas con las investigaciones de las autoridades brasileñas respecto a los presuntos actos de corrupción de Odebrecht y Braskem.
"La Procuraduría llevará a cabo este tipo de acciones de cooperación internacional, en cumplimiento a su compromiso en el combate a la corrupción", agregó el comunicado.
EL ENTRAMADO
El esquema montado para sobornar a funcionarios a cambio de conseguir obras y hasta medidas parlamentarias para beneficiar a la empresa Odebrecht, le valieron a ésta y a su filial petroquímica Braskem, una multa de 4 mil 500 millones de dólares, en un caso que abarcó a las justicias de Brasil, Suiza y Estados Unidos.
Odebrecht indicó que tiene capacidad para pagar hasta 2 mil 600 millones, que sumados a la penalidad de unos 900 millones de Braskem, totalizarían 3 mil 500 millones de dólares.
El Departamento de Justicia estadounidense estimó que este pulpo, que fabrica hasta submarinos, repartió sobornos por cerca de mil millones de dólares en decenas de países.
Asediada por las denuncias y con sus negocios golpeados, la firma acordó que 77 de sus ejecutivos confesasen sus delitos a cambio de una reducción de sus penas, incluido su exdirector general Marcelo Odebrecht, condenado a más de 19 años de reclusión en Brasil.
La desclasificación de esos documentos se espera en cualquier momento y las primeras filtraciones ya revelaron menciones al presidente brasileño Michel Temer y a buena parte del arco político local, tanto de izquierda como de derecha.
Pero el caso cruzó las fronteras y recorre América Latina como un reguero de pólvora.
Perú emitió una orden de captura contra el exmandatario Alejandro Toledo, acusado de recibir millones de dólares para favorecer a Odebrecht, y hay acusaciones contra el jefe de la inteligencia argentina, Gustavo Arribas, así como contra el mandatario colombiano Juan Manuel Santos, señalado por un exsenador que luego se desdijo, como beneficiario del dinero de Odebrecht.
Los países invitados son Antigua y Barbuda, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Portugal, Perú, República Dominicana y Venezuela.
Con información de AFP.