El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, arribó a México como invitado especial en los festejos de la Independencia de México, y su llegada no ha podido ser más polémica.
En su primer viaje al exterior desde las protestas que tuvieron lugar el pasado mes de julio, donde cientos de personas salieron a manifestarse en diversas zonas de la isla, el mandatario ha levantado ámpula por el hecho de que un considerado dictador ha sido invitado a los festejos de la independencia de un país.
Uno de los primeros en emitir su opinión al respecto ha sido el expresidente Felipe Calderón, quien en su Twitter escribió que "es inaceptable el protagonismo en las fiestas del bicentenario de la consumación de la independencia de un dictador que encierra a decenas de ciudadanos cubanos".
Otra que no dudó en mostrar su desacuerdo fue la senadora Lilly Téllez, quien como respuesta al tuit del presidente cubano sobre el día del homenaje a los Niños Héroes, escribió que "los ciudadanos de este país rechazamos sus saludos y su presencia. Usted representa a una sarta de bribones parasitarios que atentan contra la libertad, los derechos humanos y la democracia. Coma y váyase".
El panista Fernando Belaunzarán escribió que el tema no es que Díaz-Canel venga a la CELAC, "lo inadmisible es que López Obrador lo haga orador en un evento de la independencia. ¿Vamos a olvidar a los miles de jóvenes presos y torturados por protestar en Cuba?"
La diputada Mariana Gómez del Campo, también panista, cuestionó sobre de qué podría hablar el presidente cubano. "¿De qué puede hablar el día de nuestra Independencia? ¿De libertad, de vida, de democracia, de derechos humanos?"
Otros usuarios de redes sociales no han dudado en expresar su inconformidad ante la llegada del considerado dictador de Cuba.