Un terrible caso le está dando la vuelta al mundo, se trata de la historia de Tamara Banks y Christopher Hoeb, quienes están a la espera de su sentencia el próximo 11 de junio, por el delito de homicidio involuntario.
Ambos fueron hallados culpables de haber provocado la muerte de su hija de sólo cuatro años de edad, tras alimentarla durante toda su vida con biberones llenos de refresco y fórmula para bebés.
Los hechos ocurrieron en Ohio, Estados Unidos, en enero del 2022, cuando la hija de ambos, Karmity Hoeb, fue llevada a un hospital tras sufrir problemas de salud.
De acuerdo con medios estadounidenses, dias antes de morir, la pequeña enfermó, pero no fue hasta que su piel se puso azul y comenzó a sufrir dificultades para respirar, que sus padres llamaron al 911.
La nena fue trasladada al Centro Médico del Hospital Infantil del condado de Clermont, en donde perdió la vida debido a una diabetes tipo uno, que no había sido diagnosticada.
Ahora, Tamara Banks, de 41 años, y Hoeb, de 53, se declararon culpables de homicidio involuntario, por lo que sólo están a espera de su sentencia en unos días.