Los países de la OTAN han entregado más del 98% de los vehículos de combate prometidos a Ucrania en plena guerra con Rusia, dijo el jefe de la alianza militar el jueves, lo que aumenta el empuje de Kiev cuando parece preparada para lanzar una contraofensiva.
Además de los más de mil 550 vehículos blindados, 230 carros de combate y otros equipos, los aliados han enviado “enormes cantidades de munición” al país y formaron y equiparon a más de nueve nuevas brigadas ucranianas, apuntó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Se estima que las nuevas brigadas están formadas por más de 30 mil soldados.
“Esto situará a Ucrania en una posición fuerte para seguir recuperando los territorios ocupados”, dijo Stoltenberg a reporteros en Bruselas.
Sus declaraciones se produjeron un día después de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que él y su homólogo de China, Xi Jinping, mantuvieron una “larga y significativa” conversación telefónica en su primer contacto conocido desde que Rusia invadió su país vecino en febrero del año pasado.
Aunque Zelenski se mostró esperanzado por la llamada y los funcionarios occidentales celebraron la iniciativa de Xi, no parece que vaya a tener consecuencias inmediatas en las perspectivas de paz.
Rusia y Ucrania están muy alejadas en lo relativo a sus condiciones para la paz, y Beijing — aunque trata de posicionarse como una potencia diplomática global — se ha negado a criticar la ofensiva de Moscú. El gobierno chino ve al Kremlin como un aliado diplomático contra la influencia de Washington en las cuestiones internacionales, y Xi visitó Moscú el mes pasado.
El Kremlin ofreció una tímida reacción a la conversación entre Xi y Zelenski.
Preguntado por si la llamada podría ayudar a zanjar los combates, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a reporteros que “Estamos dispuestos a celebrar cualquier cosa que pueda conducir al fin del conflicto en Ucrania y a la consecución de todos los objetivos fijados por Rusia”.
Según Peskov, el contacto entre los dos mandatarios era “asunto soberano de esos países y parte de su diálogo bilateral”.
Con las posiciones en el campo de batalla en Ucrania en gran medida estancadas dentro la guerra de desgaste que ha afianzado en los últimos meses, las fuerzas rusas han seguido bombardeando parte del territorio ucraniano, alcanzando a menudo edificios residenciales e infraestructura civil.
Al menos siete civiles murieron y 33 más resultaron heridos entre el miércoles y el jueves, reportó el jueves la oficina presidencial de Ucrania.