En medio del largo y creciente conflicto Israel-Palestina, se han abierto varias 'heridas' que explican porqué esta disputa no es sólo un asunto político y territorial, sino también religioso.
En este sentido, un lugar clave para explicarlo es Jerusalén, un territorio que no pertenece oficialmente ni Palestina ni Israel, pero que guarda en sus calles algunos de los sitios religiosos más importantes para el islam, el judaísmo y el cristianismo.
¿Sabes cuáles son y qué tienen que ver con el eterno conflicto Israel-Palestina? En Nación321 te contamos.
El hecho de que esta región de Medio Oriente sea considerada una tierra sagrada para las tres grandes religiones monoteístas del mundo, la ha convertido, paradójicamente, en blanco de numerosas disputas.
No obstante en 1947 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la resolución 181, que significó la partición de Palestina en un estado judío y otro árabe. A sabiendas de la relevancia de Jerusalén, se determinó que sería considerada como un territorio neutro, controlado por la ONU durante 10 años.
La idea era que terminada la década, se realizara una votación sobre la propiedad de la ciudad, pero esto no ocurrió ya que un año después, Israel se declaró "estado independiente", lo que dio pie a la Guerra Árabe-Israelí.
Tras esta guerra, ocurrió la división no oficial de la ciudad en dos partes: Jerusalén este, bajo control árabe y Jerusalén oeste, en manos de los israelitas.
Israel reconoció en 1950 a Jerusalén como su capital, pero esto nunca se oficializó por la ONU, que ha rehuido en varias ocasiones al tema.
Hoy, en un área inferior a un kilómetro, que comprende Jerusalén, conviven 4 grupos culturales: judíos, cristianos, árabes y armenios, que también practican el cristianismo.
Dentro, todo se divide por barrios, y hay lugares como la Iglesia del Santo Sepulcro, uno de los sitios más sagrados para los cristianos, que incluso atrae un importante turismo religioso todo el año.
Aquí se cree que Jesucristo fue arrestado, crucificado y sepultado.
El barrio cristiano de Jerusalén alberga más de cuarenta lugares sagrados para los fieles de esta religión y la ruta más famosa es la vía dolorosa, hoy recordada religiosamente como el Víacrucis.
En tanto, el barrio musulmán es el más grande de los cuatro y ahí se encuentra la Cúpula de la Roca, desde la cual se cree que Mahoma ascendió a los cielos, así como la Mezquita de Al Aqsa, que es el tercer sitio más sagrado del islam.
La relevancia de la mezquita reside en que el profeta Mahoma habría viajado desde allí a la Meca, durante una noche, para orar por las almas de todos los profetas.
Por su parte, al suroeste de la Ciudad Vieja, está el barrio judío de Jerusalén, la zona más elegante. Aquí encontramos numerosas sinagogas y yeshivás (escuelas donde se estudia la Torá).
El sitio más importante es el Muro de las Lamentaciones, una de las cuatro paredes que en el pasado se erigieron para ampliar la explanada donde fueron edificados el Primer y Segundo Templo de Jerusalén.
Localizado en una zona limítrofe de "las dos Jerusalén" (este y oeste), el Monte de los Olivos es un lugar de suma importancia para los cristianos, pero sobre todo para judíos y musulmanes.
Para el cristianismo, este lugar cuenta la historia de los sitios que habitaron Jesús y María. También recuerda a la pasión de Cristo, pues la Biblia narra que este es el último sitio en el que Cristo oró antes de ser crucificado.
Por otro lado, aquí se encuentra el cementerio judío más sagrado del mundo. Recibir sepultura en este espacio es considerado todo un privilegio, pues según la profecía, cuando llegue el Mesías resucitará a los muertos empezando por el Monte de los Olivos.
Al día de hoy, las familias pagan hasta miles de dólares por una tumba en este cementerio.
Siglos atrás, los musulmanes se enteraron de esta profecía, decididos a no permitir que ocurriera, bloquearon la puerta de entrada en la muralla de la ciudad y abrieron otro cementerio que se extendía al otro lado del muro.
¿Cuál fue la razón? El cementerio musulmán volvería esa tierra impura para el judaísmo y así el Mesías no podría ingresar.