Finlandia se convirtió en el miembro número 31 de la OTAN, completando un tumultuoso proceso de adhesión provocado por la invasión rusa de Ucrania que puso patas arriba el panorama de seguridad europeo.
En un momento agridulce, Finlandia obtuvo garantías de seguridad y disuasión del Artículo 5, pero se vio obligada a dejar atrás a su vecino cercano, Suecia, a las puertas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El ministro de Relaciones Exteriores, Pekka Haavisto, entregó el documento de adhesión de Finlandia al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en Bruselas este martes, marcando su entrada formal en el redil de la alianza. Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN celebrarán la adhesión con una ceremonia de izamiento de la bandera más tarde en el día.
“Ahora podemos declarar que Finlandia es el miembro número 31 del Tratado del Atlántico Norte”, dijo Blinken.
La adhesión de solo uno de los dos países nórdicos hará que la ampliación del norte de la alianza sea incompleta, ya que la OTAN busca aumentar su presencia en el Ártico, con la importancia del área del Alto Norte en aumento, así como ganar más influencia en el Mar Báltico.
“Finlandia se vuelve más segura al pertenecer a una alianza donde garantizamos la seguridad de todos los aliados”, dijo a periodistas el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. “Al convertirnos en un miembro de pleno derecho, estamos eliminando el margen de error de cálculo en Moscú sobre la disposición de la OTAN para proteger a Finlandia y eso hace que Finlandia sea más segura y la OTAN más fuerte”.
La adición de Finlandia traerá a la OTAN más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, duplicando su flanco oriental, y una nación que ya está preparada para defenderse en caso de una guerra total. Para el ejército finlandés, la membresía es la culminación de años de cooperación cada vez más estrecha, con el equipo utilizado por las fuerzas de defensa ya compatible con el de la alianza.
El impulso para unirse a la OTAN fue provocado por el ataque de Rusia contra un país vecino, Ucrania, lo que llevó a un cambio de sentido en la opinión pública sobre la membresía, ya que los finlandeses concluyeron que eso también podría sucederles a ellos.
Como miembro de pleno derecho, Finlandia puede beneficiarse de los compromisos de defensa mutua del Artículo 5, lo que significa que los aliados están obligados a acudir en su ayuda si está bajo ataque, y el país nórdico también tendrá que estar listo para defender a otros aliados.
‘Acto de paz’ para Finlandia
Al anunciar la decisión de presentar una solicitud en mayo de 2022, la primera ministra Sanna Marin lo calificó como “un acto de paz para que nunca más haya guerra en Finlandia”.
Y aunque Rusia representa una amenaza limitada, ya que actualmente está empantanada en su guerra en Ucrania, los aliados no quieren subestimar la capacidad de Moscú para reconstituir sus fuerzas después de la guerra.
La entrada finlandesa permitirá al bloque asegurar aún más el área alrededor del Mar Báltico en defensa de sus miembros Estonia, Letonia y Lituania, que a menudo son vistos como objetivos potenciales de la agresión rusa. También trae otra nación ártica al redil de la alianza, una cuyo ejército está entrenado para el clima frío, un activo importante en un momento en que el Alto Norte está ganando importancia estratégica a la luz de la mayor presencia de Rusia y China.
El Kremlin calificó la adhesión de Finlandia a la OTAN como otro “agravamiento” del enfrentamiento entre Rusia y Occidente, y dijo que planea monitorear cuidadosamente las acciones de la OTAN en Finlandia y responder en consecuencia.
‘Contramedidas’ de Rusia ante la OTAN
“La expansión de la OTAN es una invasión de nuestra seguridad y los intereses de la Federación Rusa. Así es como lo percibimos. Tomaremos contramedidas”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, según el servicio estatal de noticias Tass.
Para la OTAN, la ratificación de Finlandia marca una de las adhesiones más rápidas de la historia, sellando la membresía en menos de un año desde que los dos países nórdicos solicitaron en mayo pasado. Macedonia del Norte fue la última en unirse a la alianza, un proceso que tomó dos décadas. Junto con Suecia, otros países, incluidos Ucrania y Georgia, también se quedan esperando en la puerta de la OTAN.
Como su primer acto como miembro de la OTAN, Finlandia presentó la ratificación de la membresía de Suecia a Blinken.
Con información de Bloomberg / Kati Pohjanpalo y Natalia Drozdiak