Porque esta podría ser otra alternativa para financiar el famoso muro
Un sector en Estados Unidos ya tiene experiencia para hacer muros... Y no, no se trata del sector de la construcción.
Bloomberg reporta que la primavera de 2008 fue un momento sombrío para las fuerzas armadas estadounidenses en Bagdad.
Entre los problemas se contaban los cohetes que caían sobre la Zona Verde, que albergaba oficinas gubernamentales y embajadas extranjeras, procedentes de un suburbio de la capital iraquí llamado Ciudad Sadr. Las fuerzas estadounidenses contraatacaron y capturaron lugares de lanzamiento, pero los misiles seguían cayendo.
Fue entonces cuando los militares optaron por una estrategia que, años más tarde, sería la filosofía de control fronterizo del presidente Donald Trump: construir un gran muro.
En solo seis semanas, soldados estadounidenses e iraquíes colocaron tres mil placas de hormigón prefabricadas, cada una de las cuales tenía 3.6 metros (12 pies) de altura y pesaba unas 9 toneladas, para bloquear a los combatientes enemigos de posiciones importantes.
No fue fácil. La milicia intentó interrumpir la construcción con artefactos explosivos improvisados y francotiradores, según un artículo publicado por la corporación Rand. Apuntaban específicamente al personal que tenía la tarea poco envidiable de subir a la parte superior de las barreras y liberar cada losa de hormigón de los cables de las grúas de construcción. Pero el muro se levantó con rapidez y los misiles se detuvieron.
¿LOS MILITARES PUEDEN CONSTRUIR EL MURO MÉXICO-EU?
La experiencia de los militares en la construcción de muros es relevante ahora porque, como se sabe, el gobierno de Estados Unidos ha solicitado ofertas para construir otro muro, el de la frontera con México.
La solicitud de propuestas describe algo similar al muro construido en y alrededor de Bagdad. Específicamente, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha dicho a los constructores interesados que quiere una pared de al menos 5.5 metros (18 pies) de alto, que se extienda a lo largo de la frontera sur de tres mil 110 kilómetros (equivalente a mil 933 millas) del país.
El diseño debe a ser inmune a los intentos de escalarlo para pasar por encima o de burlarlo mediante un túnel subterráneo. Además, tiene que ser "agradable en el plano estético" al mirarlo desde el lado de los Estados Unidos.
Las solicitudes de propuestas iniciales forman parte de un esfuerzo a corto plazo para contar con muestras de concepciones de diseño, explicó a Bloomberg Carlos Díaz, portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos. El proceso de adquisición en curso no pretende ser un vehículo para adjudicar a contratistas privados la construcción del muro fronterizo.
Más de 700 empresas registraron su interés en el proyecto.
A los contratistas privados que superen la primera selección después de cerrar este miércoles la presentación de las ofertas, se les pedirá que construyan prototipos de 3 metros (10 pies) de altura y luego presenten más detalles a principios de mayo. Pero esa búsqueda de constructores del sector privado plantea una pregunta interesante: ¿por qué no recurrir a expertos en construcción de muros que ya son empleados federales?
Nadie espera que los militares construyan el muro fronterizo de Trump.
Sin embargo, las fuerzas armadas estadounidenses casi seguramente ofrecerían ahorros significativos en lo que probablemente será un proyecto sensible al costo.
Las estimaciones van desde los ocho mil millones a los 25 mil millones de dólares y más, pero resulta difícil aventurarse a fijar un monto sin saber más sobre el diseño definitivo y la suma que el Congreso asignará a la obra.