El consumo de fentanilo sí es un “problema de salud pública local” en las zonas fronterizas del norte de México, señaló la directora de los programas Nacionales y del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, Nadia Robles.
En del informe de 2022 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, Robles fue contundente sobre la situación al hablar sobre este narcótico, cuyo consumo elevado en Estados Unidos ha encendido las alertas.
“Tenemos identificado que hay un problema de salud pública local donde hay presencia del uso de fentanilo”, señaló sobre México y explicó que, a pesar del crecimiento exponencial “todavía es un fenómeno muy localizable, ubicado particularmente en la frontera norte”, en ciudades fronterizas como Tijuana, Mexicali o Ciudad Juárez.
La forma de detectar el incremento en el consumo, es debido a que se comienzan a ver los primeros casos de atención médica por consumo de fentanilo en el país.
"Se ha encontrado que en más del 50% de las muestras de sustancias de las personas que acuden a estos servicios en centros comunitarios, las sustancias contienen al menos alguna traza de fentanilo”, dijo la funcionaria.
En 2013 se reportaron cinco servicios de atención por fentanilo, para 2021 la cifra aumentó a 184 personas, pero en 2022 se registraron 319 personas adictas a esta sustancia.