Ante el múltiple desabasto de vacunas a nivel mundial y el acaparamiento de dosis de los Estados Unidos, la farmacéutica alemana CureVac anunció este jueves que está cerca de presentar los resultados de su ensayo clínico de la Fase III de su vacuna contra el COVID-19.
Cabe decir que, como parte de las pruebas clínicas, dicha vacuna llegó a finales de enero a México para aplicarse en más de ocho mil voluntarios.
La firma teutona, cuya sede central está en la ciudad de Tubinga, Alemania, detalló que su fármaco podría tener múltiples ventajas con respecto a la de los gigantes farmacéuticos, ya que no se requeriría el uso de grandes congeladores ultrafríos para su almacenamiento y traslado.
Al comienzo de la pandemia, Pfizer-BioNTech y Moderna fueron las primeras farmacéuticas en desarrollar vacunas con tecnología de ARN mensajero; ambas demostraron tener tasas de eficacia y seguridad muy altas, por lo que la OMS y demás organismos mundiales autorizaron su uso.
Desafortunadamente el acceso, transporte, acaparamiento y almacenamiento de estas vacunas ha sido un obstáculo para frenar el número de contagios y de muertes al día; por lo que la empresa alemana dará a conocer los resultados de la última fase de ensayo para comenzar su distribución por el mundo.
“La firma biotecnológica alemana CureVac cree que la Unión Europea podría aprobar su vacuna contra la covid-19 a finales de mayo o junio”, reveló Thorsten Schueller, portavoz de la farmacéutica al diario alemán Augsburger Allgemeine.
Schueller agregó que están muy avanzados en los ensayos clínicos de la tercera etapa y solo aguardan por los datos finales para su aprobación. Asimismo, recalcó que siguen planeando producir hasta 300 millones de dosis en este año, una vez que tengan los resultados.
De acuerdo con algunos expertos, CureVac tiene una ventaja significativa sobre las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, las cuales deben mantenerse en un congelador con temperaturas altamente frías; mientras que el fármaco alemán se mantiene estable en un refrigerador, lo que facilita más su transportación y almacenamiento.
Para el biólogo Ingmar Hoerr, cofundador de CureVac, la vacuna del COVID-19 es el resultado de más de 25 años de experimentación y trabajo con el ARN, lo que la vuelven altamente efectiva en comparación con Pfizer, Moderna y AstraZeneca.
Muchos científicos han exclamado que lo más importante es que la farmacéutica descubrió y utilizó una forma de ARN que podría permanecer estable a temperaturas ambiente. En lugar de requerir un congelador, la vacuna de CureVac podría refrigerarse.
Al inicio de la pandemia, CureVac, BioNTech y Moderna se unieron para fabricar vacunas de ARN. Sin embargo, BioNTech se asoció con Pfizer, mientras que Moderna trabajó de la mano con varios institutos nacionales de salud, recibiendo mil millones de dólares del gobierno estadounidense; por lo que CureVac quedó rezagada.
A pesar de ello, el gobierno alemán decidió invertir 300 millones de euros en junio, y en diciembre, la farmacéutica comenzó la fase III, reclutando a 40 mil voluntarios en Europa y América Latina.