Los anticuerpos derivados de las llamas neutralizan al nuevo coronavirus (SARS-CoV-2), al menos en pruebas de laboratorio, anunciaron investigadores del Instituto Rosalind Franklin, de la Universidad de Oxford, la Diamond Light Source y la Public Health England, en Reino Unido.
Los especialistas esperan que estos anticuerpos, conocidos como nanocuerpos debido a lo pequeño de su tamaño, eventualmente podrían terminar ayudando en la lucha contra la pandemia del COVID-19, que actualmente golpea al mundo.
Los hallazgos, que se publicaron en la revista Nature Structural & Molecular Biology el pasado lunes, afirma que las llamas, camellos y alpacas producen naturalmente cantidades de anticuerpos pequeños con una estructura más simple, que pueden convertirse en nanocuerpos.
El equipo de investigación diseñó sus nuevos nanocuerpos utilizando una colección de anticuerpos tomados de las células sanguíneas de la llama. Demostraron que los nanocuerpos se unen fuertemente a la proteína espiga del virus SARS-CoV-2, impidiendo que ingrese a las células humanas y deteniendo la infección.
"Estos nanocuerpos pueden bloquear la interacción entre el virus y la célula humana", dijo Ray Owens, profesor de biología molecular en la Universidad de Oxford y uno de los autores principales del estudio. "Básicamente neutralizan el virus", aseguró.
Por su parte, el profesor James Naismith, director del Instituto Rosalind Franklin y profesor de biología en Oxford, afirmó que estos nanocuerpos "tienen el potencial de ser utilizados de manera similar al suero, deteniendo efectivamente la progresión del virus en pacientes que están enfermos".
En la actualidad, no hay cura o vacuna para el COVID-19. Sin embargo, se ha demostrado que la transfusión de pacientes críticos con suero de individuos convalecientes, que contienen anticuerpos humanos contra el virus, mejora en gran medida el resultado clínico.
Mientras que el sistema inmunitario de un paciente lucha por lograr una respuesta adecuada, los nanocuerpos y otros tipos de anticuerpos podrían funcionar como una medida de emergencia para evitar que el SARS-CoV-2 ingrese a más de sus células.
Hasta que una vacuna esté disponible, los investigadores concluyen que los tratamientos con anticuerpos podrían usarse como protección a corto plazo para los trabajadores de la salud y las familias de los enfermos de COVID-19.