El izquierdista y exlíder estudiantil Gabriel Boric se impuso en las elecciones presidenciales de Chile, las más polarizadas de la historia reciente del país sudamericano.
Apenas contabilizadas poco más de la mitad de las actas, el abogado ultraderechista José Antonio Kast reconoció el triunfo de Boric y se comprometió a colaborar con él.
“Desde hoy es el presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero”, señaló Kast.
Menos de dos horas después de cerrada la votación, ya se tenía el 83 por ciento de las actas contadas y Boric aparecía con el 55.52 por ciento de los votos, mientras Kast tenía 44.48 por ciento.
Ninguno de los dos aspirantes pertenecía a los partidos políticos tradicionales y ambos habían dicho que darían un nuevo giro a un país que en las últimas tres décadas ha sido gobernado por mandatarios más cercanos al centro político.
Kast, un legislador que tiene un historial de defender la pasada dictadura militar de Chile, ganó la primera vuelta electoral de noviembre con 27.9 por ciento de los votos, seguido de Boric, con 25.8 por ciento.
No pocos electores votaron por temor a que no ganara su favorito.
“Viví lo que fue la izquierda en este país y no lo quiero vivir nunca más”, dijo a The Associated Press Beatriz Lagos, una empleada pública de 61 años de edad que afirma sufragó por Kast.
Constanza Camus, una ingeniera en telecomunicaciones de 28 años, dijo, por su parte, que “no hay por quién votar; uno significa retroceso y el otro estancamiento”. Añadió que el próximo periodo “va a ser complejo para ambos, ya que son extremos”.
El analista político Marcelo Mella dijo que la campaña rumbo a la segunda vuelta, “más que fundada en las ideas, genera temor en la gente. La gente va a votar para evitar que el otro candidato salga”.
Tras emitir su voto en su natal Punta Arenas, en el extremo sur, Boric dijo que “en la noche vamos a respetar el resultado, cualquiera que sea”, mientras que Kast dijo que si los resultados que entregue el Servicio Electoral (SERVEL) son muy estrechos —inferior a 50,000 sufragios— “esto se podría definir en el tribunal electoral”. Agregó que si la diferencia es mayor a favor de Boric, irá a saludarlo.
Boric, de 35 años, será el presidente moderno más joven de Chile. Fue uno de varios activistas electos al Congreso en 2014 después de liderar protestas por una educación de mayor calidad. Fuerte detractor del modelo económico neoliberal de Pinochet, propone aumentar gradualmente los impuestos a los “súper ricos” para expandir los servicios sociales, combatir la desigualdad e impulsar la protección del medio ambiente.
En las últimas semanas ambos candidatos moderaron sus programas y discursos para conquistar al electorado de centro que mayoritariamente no votó en noviembre.
Piñera, que también votó temprano, deseó al ganador “sabiduría, prudencia y éxito, porque lo va a necesitar”.
El próximo gobierno enfrentará un complejo panorama económico. Luego de un crecimiento entre 11.5 por ciento a 12 por ciento este año, caería a un 2 por ciento en 2022, con una inflación cercana al 7 por ciento, más del doble de la meta del 3 por ciento, que por años ha tenido Chile.