Chile comenzará a adoptar modelos de trabajo más flexibles, como la reducción de horas laborales y el esquema 4×3; es decir, cuatro días de empleo y tres de descanso, con el objetivo de mejorar el bienestar de los trabajadores y aumentar la productividad de las empresas.
El país sudamericano comenzó a implementar una nueva ley laboral desde el 26 de abril, que reduce la jornada laboral a 44 horas semanales, para 2026 se reducirá a 42 horas y se ajustará a 40 horas en 2028.
Las pruebas piloto para esta iniciativa se llevan a cabo con un número limitado de empresas para evaluar la eficacia de estos cambios antes de que se implemente de manera general.
Uno de los modelos en prueba es el esquema 4×3; es decir, trabajar cuatro días de 10 horas cada uno, y descansar tres días. Se espera que las pruebas de este modelo empiecen en 2025.
La ley establece que la reducción de horas laborales no implicará un recorte en los salarios, garantizando así que los ingresos de los trabajadores permanezcan intactos.
De acuerdo con el Ministerio del Trabajo de Chile, las empresas pueden generar mayores ganancias con empleados plenos y descansados, pues éstos tendrán un mejor desempeño al hallar un verdadero equilibrio en sus vidas.