Porque la violencia alrededor del mundo no para
Este domingo se registró un atentado contra iglesias católicas y hoteles de lujo de Sri Lanka. Según cifras oficiales, hasta el momento se han registrado 207 personas muertas y alrededor de 500 heridos, cifras que podrían crecer.
Seis detonaciones ocurrieron en tres iglesias y tres hoteles de cinco estrellas de Sri Lanka, más tarde se reportó otra explosión cerca del Zoológico Nacional en la periferia de Colombo y al poco tiempo, una octava detonación en otro suburbio, sin que hasta ahora ningún grupo haya reivindicado los atentados.
El portavoz de la policía, Ruwan Gunasekara informó que entre los fallecidos figuran 35 extranjeros de Polonia, Dinamarca, China, Japón, Pakistán, Estados Unidos, India, Marruecos y Bangladesh, según el cingalés Daily Mirror.
Tras los atentados, las autoridades declararon un toque de queda nacional y cerraron el acceso a las redes sociales y servicios de mensajería, además recomendaron a los habitantes a permanecer en sus casas y abstenerse de acercarse a las zonas próximas a las detonaciones.
Asimismo, todas las escuelas en Sri Lanka permanecerán cerradas el lunes y martes próximos, mientras en el aeropuerto internacional Bandaranaike de Colombo se extremaron los controles de seguridad, por lo que a los pasajeros se les recomienda presentarse en la terminal cuatro horas antes de su hora de salida.
El inspector general de la Policía de Sri Lanka, Pujuth Jayasundara, había advertido a oficiales de alto rango de una amenaza de posibles ataques del grupo islamista Thowheeth Jamaath Nacional (NTJ) contra iglesias prominentes y la legación diplomática india en Colombo, 10 días antes de los atentados de este domingo.
El NTJ es un grupo musulmán radical de Sri Lanka que se dio a conocer el año pasado cuando fue implicado en actos vandálicos contra estatuas budistas.
En un mensaje a la nación, el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, llamó a la calma en el país tras la serie de atentados que golpearon este domingo tres hoteles de lujo y tres iglesias en la isla.
El mandatario expresó su tristeza por lo que ha ocurrido, pero aclaró que las “investigaciones están en curso para descubrir qué tipo de conspiración está detrás de estos crueles actos".
A través de su cuenta de Twitter, el primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, condenó de manera enérgica los cobardes ataques, llamó al pueblo a permanecer unido y convocó una reunión de emergencia de su gobierno.
La misión de las Naciones Unidas en Sri Lanka también repudió los atentados perpetrados contra iglesias y hoteles de Sri Lanka, coincidiendo con las celebraciones del Domingo de Resurrección.
“Nuestras sinceras condolencias para las familias, las víctimas, el gobierno y el pueblo de Sri Lanka. La ONU en Sri Lanka insta a todos los ciudadanos y líderes a unirse en este difícil momento", escribió la misión de la ONU en Twitter.
En los últimos meses se ha recrudecido la violencia religiosa en Sri Lanka, un país de 22 millones de habitantes donde el 70.0% son budistas, casi el 13.0% hindúes, el 9.7% musulmanes y el 7.6% cristianos.