Argentina inició este sábado un confinamiento total por nueve días, esto debido a una segunda ola de COVID-19 que ha elevado el número de contagios y muertes.
El presidente, Alberto Fernández, anunció la suspensión de todas las actividades presenciales que no sean esenciales, incluidas las escuelas, los deportes, iglesias y reuniones sociales.
“Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia... estamos teniendo la mayor cantidad de casos y fallecidos, debemos asumir seriamente los crítico de este tiempo y no naturalizar cada tragedia, debemos unirnos para superar la catástrofe”, dijo el presidente en rueda de prensa.
El bloqueo inició este sábado y permite que las personas puedan circular de seis de la mañana a seis de la tarde, únicamente en áreas cercanas a su hogar. Solamente las empresas esencialmente podrán permanecer abiertas.
Una vez cumplidos los nueve días de cuarentena obligatoria, a partir del 31 de mayo y hasta el 11 de junio el gobierno planea levantar el bloqueo y regresar a una fase de restricciones que incluirá un toque de queda a partir de las ocho de la noche.
Esta semana, Argentina reportó más de 35 mil nuevos casos de COVID-19 en solo un día, cifra récord desde que inicio la pandemia en marzo de 2020. Hasta el último corte del reporte del Ministerio de Salud de Argentina, se reportan 72 mil 699 fallecidos, y un total de 34 millones 470 mil 44 casos confirmados de SARS-CoV-2.
Esta situación ha provocado que el 73 por ciento de las camas de las unidades de cuidados intensivos permanezcan ocupadas.
Se estima que alrededor del 18.7 por ciento de los 45 millones de ciudadanos han recibido al menos una vacuna, mientras que solo el 4.8 por ciento ya tiene las dos vacunas contra el COVID-19.