Con los primeros rayos del sol, los venezolanos se encontraron el martes con las calles y avenidas colmadas de relucientes adornos, pinos y coronas navideñas, que crearon un escenario inusual en varias ciudades, después de que el presidente Nicolás Maduro decretó el adelanto de la Navidad a partir del 1 de octubre.
A toda máquina, en las últimas cuatro semanas, el gobierno se preparó para colocar las decoraciones y estar listos para el encendido de luces, previsto para la noche del martes, mucho antes de lo que usualmente se acostumbra a dar inicio a los festejos navideños.
“La Navidad es en diciembre. Eso debemos tenerlo claro, celebramos el nacimiento de nuestro señor Jesucristo”, dijo Wilfredo Gutiérrez, de 61 años, acompañado de su nieto de 7 años, mientras observaba a un grupo de trabajadores de una empresa contratista que colocaban luces decorativas en una céntrica avenida de Caracas.
La decisión de empezar con los festejos antes fue anunciada por Maduro el 2 de septiembre, en medio de cuestionamientos a los comicios presidenciales en los que tanto el gobierno como la oposición se atribuyen la victoria.
Desde que asumió la presidencia en abril de 2013, no es la primera vez que el presidente adelanta esta celebración. En 2019, 2020 y 2022, decidió que las calles se decorarían más de dos meses antes de la fecha oficial de festejo. Además se organizaron conciertos y fiestas en parques públicos.
Tras el anuncio de Maduro, la Iglesia Católica rechazó el uso político de la Navidad.
“El modo y el tiempo de su celebración compete a la autoridad eclesiástica. Esta festividad no debe ser utilizada con fines propagandísticos ni políticos particulares”, acotó la Conferencia Episcopal Venezolana en un comunicado divulgado en sus redes sociales.