El presidente Andrés Manuel López Obrador explicó en dos horas la pobreza franciscana a integrantes del gabinete; sin embargo, éstos se negaron a dar detalles del apretón en el gasto público que alista.
Luego de las 13:00 horas, los funcionarios comenzaron a salir por la puerta 8 de Palacio Nacional.
Adán Augusto López, secretario de Gobernación, salió acompañado de Roberto Salcedo, Secretario de la Función Pública, y se le cuestionó en qué áreas van a ser los recortes, pero sólo dijo a la prensa que hablaba después e hizo señales con las manos de que llevaba prisa.
A Octavio Romero, director general de Pemex, se le cuestionó cuánto iba a reducir la empresa; sin embargo, sólo sonrió ante las cámaras.
Jorge Alcocer, secretario de Salud, únicamente rechazó con una señal de mano, recortes en su sector.
Ariadna Montiel, Secretaria del Bienestar, salió sonriente, pues su sector es de los prioritarios.
Tatiana Clouthier y María Luisa Alcalde, Secretarias de Economía y Trabajo, respectivamente, ni se acercaron a las cámaras.
A Jorge Arganis, Secretario de Comunicaciones y Transportes, se le preguntó por la situación actual del Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM), pero ni siquiera volteó a las cámaras.
Delfina Gómez, Secretaria de Educación, salió acompañada de Horacio Duarte, titular de la Agencia Nacional de Aduanas, ambos, aspirantes a la gubernatura del Estado de México por Morena, también rechazaron acercarse a la prensa, ni siquiera porque se les cuestionó cuándo dejaban el cargo.
Del sector educativo sólo Raquel Sosa, directora de las universidades del Bienestar, se animó a hablar, y comentó que éste es un “programa prioritario y no está sometido a ninguna presión”.
Rechazó que haya habido un jalón de orejas de parte del presidente, así como ser posible suplente de Delfina Gómez, en caso de que ésta deje la SEP si se va como candidata mexiquense.
Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad, rechazó declarar sobre el caso de Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, dado que le acusan de complicidad ante el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, ocurrido cuando éste era secretario de Gobernación.