"En el Poder Judicial de la Federación no buscamos aplausos", aseguró la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, durante su primer informe de labores.
Piña Hernández indicó que la guía de los integrantes del Poder Judicial “es honrar y preservar la justicia", así como impartir la justicia con plena convicción, excelencia, firmeza y lealtad a la Constitución.
La ministra presidenta expuso que las sentencias emitidas no sólo sirven para impartir justicia, sino también fungen como un catalizador de cambios sociales y culturales, necesarios para alcanzar la efectiva materialización de los derechos humanos.
"Edificar una sociedad más justa e igualitaria es imprescindible para pacificar, pero también para humanizar, edificar y enaltecer", expresó en su discurso.
Enfatizó que como presidenta de la Suprema Corte, su mayor responsabilidad es representar a la sociedad, para lo cual, opta en todo momento por el bien del Poder Judicial de la Federación y de la totalidad de sus integrantes.
"No soy ni el Poder Judicial de la Federación ni la Suprema Corte de Justicia de la Nación ni el Consejo de la Judicatura Federal, sino, insisto, la representante de todos y cada uno de los integrantes de este cuerpo colegiado", dijo.
Norma Piña reconoció que como institución pública no están exentos de fallas y que no reconocerlas será incompatible con la obligación de rendir cuentas propias de un Estado constitucional y democrático de Derecho, además de negar el progreso y evolución de las instituciones.
"Reconocer y hacernos cargo de nuestras fallas y debilidades es esencial para impulsar los cambios necesarios que mejoren el quehacer cotidiano de este poder del Estado… La crítica siempre es bienvenida, nos ayuda a sensibilizar, a corregir y a mejorar”, sostuvo.
Expuso que en los últimos meses el Poder Judicial Federal ha enfrentado retos sin precedentes que han derivado en la demostración de la solidez y fortaleza como institución y de quienes lo integran.