El tiempo sigue su curso y, al corte de este 4 de septiembre, sólo quedan 26 días para que el presidente Andrés Manuel López Obrador se separe del cargo que ostenta desde el pasado 1 de diciembre del 2018.
Con su tradicional sonrisa (hoy endulzada por la aprobación de la reforma electoral en la Cámara de Diputados), el mandatario llegó al Salón de Tesorería de Palacio Nacional con su típico gesto de aliento a los periodistas que esperaban: "¡ánimo!", exclamó.
La 'orden del día en la 'mañanera' era casi obvia: felicitó a los legisladores de Morena y aliados que dieron su voto para que la iniciativa pasara en la Cámara Baja.
"Felicito a los legisladores que están buscando limpiar de corrupción el poder judicial, y que no se olvide que d lo que se trata es que el pueblo elija a jueces, magistrados, ministros, como se elige a presidentes municipales, diputados locales, gobernadores, senadores al presidente, es lo mismo", puntualizó.
Pero de la alegría pasó al choque: el mandatario mexicano reconoció que había cometido el error al llamar "amigo" al comunicador Ciro Gómez, pues esto provocó su molestia, por lo que, dijo, ahora lo llamará 'adversario' ya que no tiene enemigos. Comentó que posiblemente el comunicador era amigo de Felipe Calderón.
Gómez Leyva habría acusado a AMLO de haberlo insultado durante 6 años, además de que seguía con la duda de quién había atentado contra su vida el pasado 15 de diciembre del 2022, y consideró que eso no hacen las amistades.
"Imagínense si le hubiera pasado algo, si hubiera perdido la vida, no, Dios existe. Yo tengo que dar gracias al creador y estoy convencido de que la política es virtud, pero también suerte, fortuna (...)", expresó el Presidente.