Porque la atención médica está garantizada por ley
Desde el pasado 14 de junio, en clínicas y hospitales a cargo del Instituto de Salud del Estado de México, de los que dependen dos millones cien mil mexiquenses inscritos en el Seguro Popular, se niega el servicio de laboratorio, ya que la empresa que les vende los reactivos y materiales les canceló el contrato porque hace seis meses que no le pagan.
En el oficio número 217B50600/964/2017, de fecha 14 de junio de este año, dirigido a Elizabeth Dávila Chávez, directora general del Instituto de Salud del Estado de México –del que El Financiero tiene una copia-, se señala lo siguiente:
“Por medio del presente informo a usted que el día de hoy se me notificó vía telefónica por parte de la Lic. Ma. Teresa Arzate Vernis, representante legal de Centrum Promotora Internacional, SA de CV, que suspenden la entrega de todos los suministros (reactivos y materiales) a los laboratorios de la Red Estatal y Laboratorio Estatal de Salud Pública, derivado a la falta de seriedad en el pago del adeudo a su empresa y a la atención hacia su persona. Por lo cual existe la posibilidad de que en cualquier momento se suspenda el servicio de laboratorio tanto de Urgencias, consulta externa y hospitalización”, señala el documento.
Es decir, que no solamente no pagan las facturas sino que también maltratan a sus proveedores. Este documento está firmado por la MASS María Dolores Ramírez Hernández, jefa del Laboratorio Estatal de Salud Pública del ISEM.
Y ese momento llegó casi de inmediato, pues en urgencias, consulta externa y hospitalización de clínicas y nosocomios estatales, los médicos han tenido que negar este servicio a los pacientes, ofreciéndoles dos alternativas: pagar un laboratorio privado o de plano regresar a su casa y esperar a que cuenten nuevamente con estos materiales.
LOS TESTIMONIOS
“Vine a ver al doctor y me dijo que tengo una enfermedad en los riñones. Me mandó a hacer unos análisis de química sanguínea, pero cuando llegué aquí al laboratorio, el otro doctor me dijo que por el momento no estaban haciendo pruebas de laboratorio, que me diera una vuelta la próxima semana a ver si ya contaban con el material para que me la pudieran hacer”, dijo Esperanza Ortiz, de 63 años de edad y paciente de la clínica Nicolás San Juan, en Toluca.
También está el caso de José Manuel Pérez Ortiz, de 71 años, a quien el médico de consulta externa le ordenó hacerse una biometría hemática. “Me dijo el doctor que tengo anemia y por eso me mandó a hacerme estos estudios, pero en el laboratorio me negaron el servicio y solo me dijeron que regrese en unos días”. Él es paciente del Hospital Adolfo López Mateos, también de Toluca.
LA CRISIS GENERALIZADA
Así, esta falta de pago ha puesto en crisis a 400 unidades médicas, 200 centros de atención primaria a la salud, 48 hospitales de segundo y tercer nivel y a los miles de pacientes diabéticos, hipertensos, mujeres gestantes, niños recién nacidos y todos aquellos que diariamente acuden a los servicios de salud mexiquenses en busca de un servicio que, por ley, debe ser gratuito para la población inscrita en el Seguro Popular.
De acuerdo con Ariel Calixto Mendoza, secretario general del Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores de Salud y líder de la Sección XXII del Estado de México, el adeudo del ISEM a esta empresa data al menos de hace seis meses.
En entrevista con El Financiero, el líder sindical señaló que “los reactivos y materiales que se le dejaron de surtir al ISEM son, entre otros, aquellos destinados al tamizaje, a pruebas cruzadas de laboratorio, biometrías hemáticas, química sanguínea, exámenes generales de orina, que son estudios que se requieren tanto en el primero como en el segundo nivel de atención médica”.
Una prueba de tamiz tiene un costo de dos mil pesos en un laboratorio privado, mientras que un panel completo para un análisis sanguíneo cuesta 500 pesos, una biometría hemática 200 pesos.
“Sin embargo, hay muchísimos pacientes diabéticos que ni siquiera pueden pagar los 30 pesos que cuesta la prueba de glucosa en sangre, entonces qué pasa cuando los médicos los envían a realizarse exámenes con costos más elevados, pues que no se los pueden hacer y entonces regresan muy angustiados a su casa”, dijo el líder sindical.