La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió una recomendación a la Fiscalía General de la República (FGR) y al Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social por actos de tortura en contra de Mario Aburto, asesino de Luis Donaldo Colosio.
Por esto, el organismo también recomendó a la Fiscalía realizar una nueva investigación “para subsanar deficiencias y llegar al pleno esclarecimiento de los hechos”.
De acuerdo con un comunicado, la CNDH recibió una nueva queja por parte del agraviado, a través de la recomendación por violaciones graves 48VG/2021, donde señaló que desde hace 27 años ha denunciado actos de tortura en su contra, y que incluso ya existe una investigación en la FGR por dichos hechos.
El organismo apuntó que, luego de una investigación, se determinó que las autoridades que intervinieron tanto en la detención como en las primeras diligencias ministeriales y en el traslado de la víctima a las instalaciones del Centro Federal de Readaptación Social número 1 incurrieron en actos de tortura en su contra, hechos que fueron ocultados por los médicos.
También se acreditó que personal médico y custodios de dicho centro de reclusión cometieron tortura y han mantenido a la víctima en cárceles lejanas al lugar en donde habita su familia, “lo que constituye una violación a los derechos humanos a la integridad personal y trato digno”.
Desde hace 27 años, ha sido ingresado a diferentes centros federales de readaptación social entre ellos el de Almoloya de Juárez, en Estado de México, y actualmente se encuentra en el número 12 ubicado en Ocampo, Guanajuato, por lo que solicita un traslado urgente a un Centro de Reinserción Social de Baja California.
“Las nuevas consideraciones y hallazgos advierten violaciones graves a derechos humanos, por ello, la CNDH establece que la FGR deberá realizar una investigación del caso que dio origen a la detención y sentencia de la víctima”, expresó.
El organismo también recomendó reparar el daño al agraviado y a sus familiares en los términos de la Ley General de Víctimas, inscribirles en el Registro Nacional de Víctimas y otorgarles atención médica y psicológica.
Con esto, la CNDH emplazó a que el Estado mexicano “responda por sus actos, no sólo a través de sus acciones de reconocimiento y reparación integra del daño, sino también mediante acciones y políticas de no repetición, para que hechos de este tipo no vuelvan a suceder al margen de la protección y garantía de los derechos humanos de cualquier persona, con el fin de romper el círculo de impunidad e injusticia que por décadas ha lastimado a nuestro país”.
Dicha recomendación será remitida a la Cámara de Diputados, a efecto de que sea agregada a la investigación que realiza la Comisión de la Verdad.
Mario Aburto fue detenido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California, al finalizar un evento de proselitismo político en donde el entonces candidato a la presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio, fue herido por disparos de arma de fuego, falleciendo horas más tarde.