Tras la disolución de la Asamblea Nacional de Ecuador por orden del presidente Guillermo Lasso, quien enfrentaba un juicio político, Andrés Manuel López Obrador confía en que no habrá inestabilidad política en el país sudamericano.
Sin embargo, instruyó a la embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, estar pendiente y atender a los connacionales que se encuentren en ese país ante cualquier tipo de violencia.
“No creo yo que haya inestabilidad y además no lo deseo. Ojalá y los hermanos ecuatorianos puedan resolver esto así, con este procedimiento si se va a convocar a nuevas elecciones, pues que participen todas las fuerzas políticas. En el caso de que se den enfrentamientos, nuestra embajadora seguramente está atendiendo a nuestros paisanos”, dijo.
El mandatario federal afirmo que con este procedimiento se va a convocar a nuevas elecciones, por lo que instó a “que participen todas las fuerzas políticas”.
“Ojalá y los hermanos ecuatorianos puedan resolver esto”, concluyó.
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso disolvió el miércoles la Asamblea Nacional y puso fin así al juicio político que estaba en marcha con la intención de destituirlo.
Con la disolución del Parlamento, Lasso podrá gobernar hasta por seis meses por decreto con el control de la Corte Constitucional.
En una cadena de radio y televisión Lasso aseguró que “todos los esfuerzos del Poder Legislativo están enfocados en desestabilizar al gobierno”.