El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que México usara como moneda de cambio la expulsión de agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) para obtener la deportación del general Salvador Cienfuegos.
"No, no amenazamos a nadie, lo único que hicimos fue, por la vía diplomática, expresar nuestra inconformidad y nos entendieron muy bien y se resolvió en esta primer instancia", dijo el mandatario.
AMLO aseguró que hay confianza en que México atenderá el caso como debe ser y descartó impunidad para el general, en caso de que
El canciller Marcelo Ebrard dijo que México no defiende a una persona, sino un principio, la persona, el general Cienfuegos, sí está sujeto a un proceso de investigación, de modo que no existe un escenario de impunidad.
"Sería muy costoso para México lograr que se desestimen los cargos, que se retornado; y luego no hacer nada, sería suicida".
Esto, luego de que diversos medios estadounidenses revelaran que México logró que Estados Unidos retirara los cargos contra el exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, con una fuerte moneda de cambio: la presencia de la Administración de Control de Drogas (DEA) en el país, de acuerdo con fuentes consultadas por el diario estadounidense The New York Times.
"México emitió una advertencia sin precedentes a sus contrapartes en Washington: si Estados Unidos no reconsideraba el caso contra Salvador Cienfuegos Zepeda, México consideraría expulsar del país a los agentes antidroga estadounidenses", señala.
La detención de Salvador Cienfuegos el pasado 15 de octubre causó gran indignación entre las autoridades mexicanas, pues no se les informó sobre la investigación en contra del general.