Samuel García, gobernador de Nuevo León, se mostró a favor de la reubicación de la refinería de Cadereyta y adelantó que presentará una iniciativa para defender del derecho humano al aire. Agregó que es la única alternativa "efectiva" para enfrentar la contaminación en el área metropolitana de Monterrey.
En un escrito que subió a sus redes sociales, Samuel García declaró lo siguiente: "la refinería debe irse de Cadereyta porque no podemos seguir comprometiendo nuestra salud y la de las generaciones futuras", agregó que lo más importante son las niños y niños de dicha entidad, por lo que propone que el centro de procesamiento deje de operar.
El gobernador de Nuevo León busca que las zonas industriales sean reubicadas lejos de las áreas residenciales, tal como lo hicieron Japón y Singapur. "Hago un llamado al gobierno federal y Pemex, no podemos seguir comprometiendo al salud de las y los neoleoneses, y de las generaciones futuras", dijo.
Adelantó que mañana, "a primera hora", presentará una iniciativa para garantizar el derecho al aire de las personas en Nuevo León, incluso en áreas que sean de materia federal, "todo esto lo hago pensando en Nuevo León, en las niñas y niños, en mi Mariel", expuso en la misiva.
Por otra parte, García consideró como "absurdo" que Nuevo León tenga una refinería, cuando es "la tierra de Tesla y la electromovilidad"; calificó como una obstinación recurrir a una "fuente de energía del pasado". Destacó que su administración creó una nueva Agencia de la Calidad del Aire.
La refinería de Cadereyta, llamada 'Ing. Héctor R. Lara Sosa', forma parte del Sistema Nacional de Refinación (SNR) de Pemex; al cierre de 2023, todas las refinerías que lo integran tuvieron una producción de 1,876 mbd (miles de barriles diarios), lo cual incluye las cifras de Deer Park, que se encuentra en Texas.
Durante la actual administración, la refinería de Nuevo León fue sometida a un proceso de rehabilitación: en 2019 recibió 2 mil 400 millones de pesos, mientras que en 2020 se destinaron 2 mil 58 millones de pesos, con la finalidad de que la producción pasara de 115 mil a 116 mil barriles diarios.
El gobierno federal afirma que los indicadores contaminantes de la refinería de Cadereyta se encuentran "por debajo de la norma establecida". Aunado a que se recupera hasta el 92.5 por ciento del azufre contenido en el combustible, cuando la norma oficial lo fija en un mínimo de 90%.