Porque en política, el discurso y la imagen son básicos, pueden ayudar a un candidato a sumar simpatías y ganar una elección. O, en caso contrario, pueden hundirlo
Nación321 consultó a dos expertos en imagen pública para analizar qué están haciendo los candidatos para generar simpatía o rechazo por parte del electorado. ¿Qué tipo de ropa usan? ¿Qué colores prefieren? Te presentamos el análisis a la imagen de José Antonio Meade Kuribreña, candidato de la coalición Todos por México (PRI, PVEM, Panal).
EL INSTITUCIONAL
Ataviado con camisa blanca y jeans en tono azul claro, José Antonio Meade se sube al templete para exponer ante la militancia del PRI sus ideas, la forma en que ve el futuro de México y la fórmula para conseguirlo.
Los priistas lo arropan, le gritan presidente, "lo hacen suyo", pero existe algo en su lenguaje corporal que no termina de conectar, considera Mireya Marroquín Bitar, consultora de imagen y organización.
"Es muy institucional, no lo veo como un candidato que esté en la contienda, se ha soltado un poco más, pero aún está en el proceso; su lenguaje corporal sigue siendo desde una institución, lo veo muy pacífico, tiene una imagen de mucha continuidad", explica la directora de en Mireya MB Imagen Estratégica.
COLORES
Respecto a los colores que usa, Marroquín asegura que son los adecuados. Su marca personal es pureza, limpieza; es muy obvio que esté usando camisa blanca porque manda mensajes de confiabilidad. Aunque esto, según la experta, no solo lo hace solo Meade, es propio de todos los candidatos.
Otro punto a favor de Meade, según la experta, es que dejó los trajes y las corbatas para usar ropa más cómoda y con eso tener una apariencia mucho más relajada. Esto le ayuda a estar mucho más cercano al electorado.
LO MALO
Para Víctor Gordoa, fundador del Colegio de Imágen Pública de México, el problema de Meade va más allá del vestuario porque no proyecta coherencia, pasó de ser el candidato impoluto a contagiarse del PRI.
"Era el candidato limpio, el mejor candidato para el PRI aunque no fuera priista, con una imagen de político, que en realidad no es político; y en lugar de conservar esa imagen pura, en una sola semana pasó a contagiarse de la imagen del PRI", dijo el experto.
La frase "haganme suyo" echó por la borda la imagen impoluta que el PRI quería manejar para Meade, por lo tanto, la camisa blanca y los pantalones de mezclilla pasan a segundo plano porque la gente detecta que algo no concuerda.
"No importa cómo se vista, porque ya no es congruente con su discurso, en cuanto se detectan incoherencias, el elector sospecha que algo ocultan y lo peor que le puede pasar es terminar como un político tradicional", dijo el experto.
PAREJA GANADORA
El gran valor agregado que tiene José Antonio Meade es su esposa, Juana Cuevas, pues según la experta Mireya Marroquín, ella tiene una mayor capacidad de conectar con la ciudadanía, tiene una mirada muy cálida y porta con orgullo las tradiciones mexicanas.
Gordoa coincide en que Juana Cuevas es una gran aliada debido a su sencillez.
"Cobra cada vez más importancia para un político porque se convierten en patrimonios o cargas de imagen pública y pocas veces se puede ver esposas de candidatos que sean buenas, con diferentes estilos, pero las tres son preparadas. En el caso de Juana Cuevas vemos una mujer con un gran bagaje cultural, sencilla y agradable. Además, hace muy buena pareja con Meade", dijo Gordoa.